Esta fruta contiene una serie de vitaminas y minerales que la tornan determinante en una dieta sana.

De la Redacción de TV Sana

El ananá, en muchos lados conocido como piña, es una fruta con una serie de vitaminas y minerales que la vuelven muy beneficiosa para la salud. Por lo tanto, incorporarla a la dieta diaria resultaría de gran provecho. Y no sólo eso, el ananá también puede utilizarse para curar afecciones.

La contención de vitaminas A, B1, B2 y C, además de minerales como el calcio, fósforo, hierro, magnesio, potasio, yodo y cloro, el ananá posee una enzima llamada “bromelina” que actúa de manera similar a la enzima del jugo gástrico, llamada “pepsina”, que es la que convierte a las proteínas en peptonas.

Por lo tanto, la bromelina podría ser muy útil y efectiva en casos de: Inflamaciones, edemas (acumulación de líquidos), heridas, infecciones y úlceras de la piel. Ayudaría a mejorar la flebitis y a desinflamar hemorroides. Reduciría los dolores reumáticos, restaurando la flexibilidad de las articulaciones. Y estimularía la digestión y la actividad del estómago y del intestino delgado. En estos casos, la recomendación médica es comer una o dos rodajas de ananá fresco y masticarlas bien, unos 30 o 45 minutos antes de cada comida.

El jugo de ananá es antiséptico, y se sugiere tomarlo en casos de inflamación de la garganta. También rinde buen efecto el hecho de hacer gárgaras. Y es posible emplearlo para cuando uno tiene la boca inflamada, ya sea por un tratamiento dental o por caries. ¿Cómo? Simplemente embebiendo un algodón en este líquido y dando suaves toques sobre la zona afectada.

Los médicos especialistas también recomiendan consumir ananá en casos de: Falta de yodo,  que provoca problemas de la glándula tiroides. Esta fruta posee yodo orgánico asimilable y de buena calidad. En casos de hipoclorhidria (escaso ácido clorhídrico en el jugo gástrico). En situaciones como esta se recomienda comer dos rodajas, media hora antes de la comida, para estimular la secreción del mismo. El ananá es apto para personas obesas, debido a que contiene pocos hidratos de carbono y es una fruta altamente rica en agua fisiológica y celulosa. Y también es un alimento normalizador de la flora intestinal.

¿Y la cáscara?

La cáscara no se tira. Puede sacarse provecho de ella. Puede utilizarse para preparar  un delicioso té, que ayudará a depurar la sangre. ¿Cómo? Primero, cortar y limpiar la cáscara, y colocarla en un recipiente junto con un litro de agua. Tapar y llevar al fuego medio hasta que hierva; luego bajar al mínimo y continuar la cocción durante quince minutos. Dejar reposar y filtrar el té antes de beberlo.

El ananá es muy hidratante para la piel y se le recomienda a quienes tienen rostros con tendencia a la grasitud y poros dilatados.