Asesoró Lorena Cirigliano (MN 133.404) médica especialista en medicina interna.

La fibrilación auricular es un tipo de arritmia dentro de las taquicardias (donde la frecuencia cardíaca está aumentada) que afecta entre el 1% y el 2% de la población. Se ha descubierto que su prevalencia aumenta con la edad.

Esta arritmia está asociada a un incremento de la mortalidad, accidente cerebrovascular (ACV), eventos tromboembólicos, insuficiencia cardíaca y hospitalizaciones.

El médico, generalmente un cardiólogo,  luego de evaluar el caso teniendo en cuenta edad, síntomas, riesgo de sangrado, tiempo de evolución, antecedentes y comorbilidades decidirá la medicación más adecuada para su tratamiento.

Saliendo de los casos de urgencia  y situándonos en pacientes crónicos la medicación oral que se recibirá se centrará en 3 objetivos:

1. Mantener una frecuencia cardíaca adecuada: para lo cual se usan betabloqueantes (como el metoprolol, carvedilol) o  bloqueantes de los canales de calcio (como el diltiazem) que disminuyen los latidos por minuto del corazón.
2. Mantener un ritmo adecuado: para lo cual se indica amiodarona o sotalol que intentan sacar al corazón de la fibrilación y llevarla al ritmo sinusal (así se llama al ritmo normal del corazón).
3. Prevenir la formación de trombos: para lo cual se utilizan los llamados anticoagulantes (como apixaban, dabigatran, rivaroxaban, warfarina, acenocumarol).

Su uso será dinámico, tanto en sus dosis, como que a veces se requerirán de las 3 drogas y a veces de menos según síntomas y evolución de cada paciente, por lo cual deberá ser controlado rutinariamente por sus médicos.

NOTA: Recordar que el contenido es solo de carácter informativo, siempre se debe recurrir y consultar con el médico

Redacción TvSana