De la redacción de Tvsana

Ya todos conocemos cuáles son los  alimentos saludables más saludables para incluir en nuestra dieta, pero ¿cuáles son los más nocivos para el organismo?

Todos tienen clara noción acerca de cuáles son los alimentos saludables, aquellos que hacen bien y permiten un adecuado funcionamiento del organismo. Ahora bien, ¿tiene la mayoría de las personas la misma certeza con respecto a los alimentos que hacen mal, esos que resultan nocivos? Aquí, la respuesta no parece tan sencilla. Veamos entonces cuáles son algunas de las comidas menos sanas que pueden ingerirse, según la nómina confeccionada por la revista “Eat This, Not That” (come esto, no aquello).

Es como un enfrentamiento entre dos bandos: de un lado, del de los catalogados como buenos, figuran las verduras, las frutas, los cereales, las pastas, los pescados y algunos lácteos. En tanto que del lado identificado como el de los malos, se anotan los que no deberían formar parte de ninguna dieta, aunque lamentablemente, están presentes, de modo profuso (tanto en los restaurantes como en los comedores escolares), y causan gran parte de las enfermedades relacionadas con órganos sensibles como el corazón, el hígado y el riñón.

Carnes procesadas. Por ejemplo, salchichas, chorizos y demás embutidos. La gran mayoría de este tipo de productos con elaborados con carnes procesadas, provenientes de diferentes animales, los cuales son tratados con sustancias químicas para unir los restos y darles una apariencia uniforme. Además, contienen sal, colorantes o conservantes.

Para evitar posibles daños en el organismo, lo aconsejable es corroborar en el envoltorio que el producto seleccionado esté libre de nitratos.

Crema de leche. Este producto suele contener dióxido de titanio, una sustancia que ha quedado demostrado, provoca cáncer de hígado en ratones. La crema de leche, en ocasiones, ricas en grasas hidrogenadas, se sirve mucho en los aviones, con la finalidad de ahorrar leche y colabora con el crecimiento de los índices de colesterol, uno de los problemas más complejos para la salud.

Cereales con vitaminas agregadas. Los cereales que se compran en supermercados, que vienen en cajas y suelen servirse en el desayuno, son anunciados en sus envoltorios como si fuesen un superalimento con infinidad de vitaminas. Sin embargo, la realidad es otra: muchos de esas vitaminas son artificiales, y se añaden luego de que el producto haya sido tratado para mejorarle el sabor, por lo que difícilmente llegan a, organismo. Más aún, algunas de esas vitaminas desaparecen al mezclarse los cereales con la leche.

En este caso, la alternativa más sana es consumir cereales integrales, que no contengan ni azúcares, ni colorantes ni vitaminas añadidas.
Bebidas light. Es cierto que al consumir estas bebidas, se evita ingerir las grandes cantidades de azúcar que traen las comunes y los dientes lo agradecen. Sin embargo se somete al organismo a una sesión poco recomendable de una sustancia llamada BVO, en caso de las bebidas con gusto a limón, que provoca infertilidad. Y los que saben a cola, vienen con colorantes que han sido relacionados con el cáncer. Además de aportarle al organismo un edulcorante artificial que dispara los niveles de glucosa en la sangre y del cual ninguna bebida se libra.

Gelatina o mermelada con azúcar agregada. Estos productos, muy en boga en la actualidad, por su bajo aporte calórico, pueden contienen pectina, que funciona en el cuerpo como una especie de imán de sustancias beneficiosas, como el betacaroteno o la luteína, las ‘secuestra’ y las elimina del sistema antes de que puedan absorberse y beneficiarse de ellas.

Pochoclos para el microondas. En principio se trata de un alimento natural, y que si no se le agrega sal ni manteca, no aporta excesivas calorías. Pero el inconveniente no está en el maíz en sí, sino en un químico que algunos fabricantes utilizan para las bolsas que contienen el producto, y que pueden contaminar los pochoclos una vez cocinados. El ácido perfluorooctanoico (PFOA), también conocido como C8 y perfluorooctano, es un sintético que es usado en la industria como revestimiento antiadherente -tanto para materiales de construcción como el teflón como para las bolsas de pochoclos-, es cancerígeno y tóxico para los animales y los seres humanos, y permanece en el medio ambiente de forma indefinida.