Surge de un estudio realizado por científicos de la Universidad de Lund, en Suecia. A continuación, les contamos los motivos.
Las personas más altas tienen un mayor riesgo de sufrir trombosis, ya sean hombres o mujeres, según una investigación de la universidad sueca de Lund publicada en la revista Circulation: Cardiovascular Genetics.
La trombosis es la formación de un coágulo de sangre, la mayoría de las veces en una vena.
Los trombos más frecuentes se forman en las venas de las piernas y el mayor peligro surge cuando, al desprenderse, es transportado por los vasos sanguíneos a distintas partes del cuerpo, pudieron obstruir totalmente uno de estos vasos.
Cuando esto sucede, se habla de una tromboembolia. Si tiene lugar en los pulmones, puede provocar una embolia pulmonar, con riesgo de muerte.
Además, los infartos de corazón y cerebrales también se relacionan a menudo con las trombosis.
El riesgo de que se forme un trombo aumenta tras largos periodos sentado o tumbado al término de una operación, en vuelos o debido a un embarazo o un tratamiento hormonal.
El equipo liderado por Bengt Zöller analizó los datos de 2,5 millones de hombres y mujeres de Suecia para comprobar si la estatura también era un factor de riesgo. Por un lado, evaluaron los datos de hombres nacidos entre 1951 y 1992 que cumplieron con el servicio militar obligatorio y de mujeres que tuvieron su primer hijo entre 1982 y 2012.
Dentro de estos grupos, identificaron a los hermanos que se diferenciaban en su estatura, a fin de descartar factores familiares o ambientales como la alimentación. Los resultados mostraron que el riesgo de sufrir una tromboembolia venosa aumenta con una mayor estatura.
En los hombres que medían menos de 1,60 metro, el riesgo disminuía en torno a un 65 por ciento frente a los que superaban el 1,90 metro. Y al comparar a los hermanos se vio que los de mayor estatura también tenían un riesgo mayor.
«Puede ser que, en las personas altas con piernas largas, simplemente haya mayor superficie para que puedan surgir complicaciones», apuntó Zöller.
Pero también puede ser culpa de la gravedad: «Las venas de las piernas de las personas más altas están sometidas a mayor presión, lo que eleva el riesgo de que el riego sanguíneo se ralentice u obstaculice temporalmente».
Según el experto, los resultados del estudio contribuyen a aclarar lo que los médicos vienen observando: «La altura de la población ha aumentado y sigue haciéndolo, lo que ha podido contribuir al aumento de trombosis», señaló.
Este aumento de la estatura se explica gracias a la mejora en la alimentación, la higiene y la medicina.
Fuente: Clarín – DPA
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