De la redacción de tvsana

No todas las aseveraciones que se escuchan sobre la Hipertensión Arterial son ciertas. Aquí, Tvsana hace un repaso de algunas.

El 95 % de los casos de hipertensión arterial es primaria, significa que no se identifica con ninguna causa, y puede ser provocada por un desorden , en el cual ejercen influencia los antecedentes familiares, la vida de tipo sedentaria, la ingesta de sal, el ambiente y el estrés. Es decir que la hipertensión es una enfermedad y no es simplemente producto de los nervios, como dice un mito popular. Igualmente, hay un segundo tipo de hipertensión, la que es provocada por otras enfermedades, pero estas solamente representan el cinco por ciento de los casos.

Otro mito dice que si una persona hace una dieta sana y ejercicio, puede mejorar la hipertensión. La verdad es que para mejorar la hipertensión, la persona en cuestión debe seguir un régimen higiénico dietético, comer despacio, comida liviana, sana, baja en sal y en calorías. También es necesario acompañarla de un adecuado ejercicio aeróbico, sencillo, como caminatas, bicicleta o un trote suave. Otros hábitos beneficiosos son no fumar, no tomar alcohol no café en grandes cantidades y tratar de evitar las situaciones generadoras de estrés.

También se dice que el dolor de cabeza es uno de los principales síntomas. En realidad son tres los síntomas que preocupan a los pacientes: El dolor de cabeza, por supuesto; la hemorragia conjuntival (el ojo rojo); y el sangrado por la nariz. Sin embargo estos problemas se dan en un pequeño porcentaje (6%) de los casos de hipertensión. Por lo tanto, si el porcentaje de los pacientes con dolores de cabeza es tan bajo y en cambio, el 40 por ciento de los mayores de 45 años -según estadísticas-, padece hipotensión arterial, no hay de sobredimensionar este síntoma. Lo que si debe hacer el paciente, tenga la edad que tenga, es controlar periódicamente la presión arterial. No es necesario esperar la aparición de síntomas poco frecuentes para consultar al médico.

Con respecto al sangrado en la nariz, esto no significa que la persona deba salir corriendo al médico más cercano. Muchos se precipitan en su tremendismo y no consideran que el sangrado puede deberse a múltiples causas.

Tampoco es exacta la frase que dice que solamente se puede padecer hipertensión, después de los cuarenta años. Es cierto que después de esa edad, la incidencia es mayor, lo reflejan las estadísticas, pero también hay gran cantidad de menores de cuarenta años que sufren hipertensión arterial. Según los números oficiales: un 4 por ciento.

Por último está la sentencia que esta enfermedad se puede transmitir de generación en generación. Y si bien no es del todo correcto decir que es hereditaria, la carga genética es fundamental. Los antecedentes familiares determinan el principal factor de riesgo para contraer este mal.