Locutora a los 79 años
Una maravillosa historia de vida, de una mujer -bisabuela- que en base al esfuerzo y la perseverancia, cumplió su sueño de ser locutora a una edad en la que muchos bajan los brazos.
De la redacción de TV Sana
Una maravillosa historia de vida, de una mujer –bisabuela– que en base al esfuerzo y la perseverancia, cumplió su sueño de ser locutora a una edad en la que muchos bajan los brazos.
La historia de Gladys Accastello, una bisabuela de 79 años, demuestra que no hay edad que limite la concreción de los sueños, y que su cumplimiento sólo depende de la voluntad y las ganas de uno por hacerlos realidad. La semana pasada, esta mujer nacida en el pueblo de Alto Alegre, en el sur de Córdoba, cerca de Villa María, rindió su última materia en la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad de San Luis, y se recibió de locutora.
Su vida transcurría como la de la gran mayoría de habitantes de extracción humilde: trabajando duro para salir adelante y asegurarse un venturoso porvenir. En determinado momento, Gladys ingresa a la Maternidad de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Córdoba en la carrera de obstetricia y ginecología, donde acumulaba las guardias los fines de semana para poder estudiar. No consiguió completar la carrera porque en una fiesta conoció a un estudiante peruano de quien se enamoró: Felipe Loaiza, estudiante de Farmacia, quien se convirtió en su marido y en el padre de sus hijos. “Fue amor a primera vista” asegura Gladys. Tuvieron tres varones y una mujer, todos profesionales.
La vida siguió con sus avatares y Gladys llegó a la provincia de San Luis, hace exactamente18 años, y luego de haber sido asaltada en un pequeño negocio que atendía. Sus hijos la llevaron para tenerla más cerca y también para alejarla de la inseguridad. Al poco tiempo, ella entró a la universidad para participar de los talleres para adultos mayores. Fue presidente de la Comisión de Alumnos de los talleres y como vocera siempre era entrevistada por los periodistas y acudía a los programas de radio. Allí, en el curso de Radio, tomó contacto con los micrófonos y ese cautivante universo de la fantasía. Entonces tomó la decisión de estudiar locución y para ello, para entrar a una carrera universitaria formal de grado, tuvo que esforzarse un poco más hasta que logró reunir requisitos. No bajó los brazos ante los primeros obstáculos. No se entregó. Luchó, como en casi toda su vida y lo logró.
Gladys Accastello dice que cumplió un sueño. No tiene ídolos radiofónicos, sin embargo su memoria registra “hermosos boleros” que escuchaba de joven, las novelas de Radio El Mundo y la música clásica, que la traslada a su infancia. Hoy, con seis nietos y cuatro bisnietos, Gladys demostró que todo se puede si hay ganas y voluntad. Que no hay barreras imposibles de sortear ni una edad límite para permitirse soñar y hacer realidad esos sueños.
Fuente: Diario Clarín
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