Asesoró la médica clínica Lorena Cirigliano (MN 133.404).
La enfermedad de Parkinson es una enfermedad progresiva del sistema nervioso que afecta principalmente al movimiento.
Los síntomas cardinales son:
- Temblor en reposo
- Rigidez
- Movimientos lentos
Generalmente las dificultades motoras comienzan primero de un lado del cuerpo, y años después, progresan al otro lado.
Otros síntomas que pueden ir apareciendo con el tiempo son: pérdida del equilibrio e inestabilidad de la marcha, trastornos del sueño, depresión, pérdida de olfato, constipación, alucinaciones, fatiga, trastornos de la deglución, disfunción eréctil, dificultad en la micción y hasta alteración de la memoria.
Un paciente con esta enfermedad debe tener un seguimiento periódico con el neurólogo y ante el diagnóstico para descartar otras patologías se recomienda la realización de una resonancia magnética de cerebro.
No tiene cura pero existen diferentes medicinas para ayudar a controlar los síntomas. Sin embargo, debe evaluarse cuando comenzar a usarlas porque tienen varios efectos adversos.
Se recomienda actividad física adecuada para mantenerse activo, acompañamiento psicológico, dieta sana no constipante, evaluar su hogar para prevenir caídas quitando por ejemplo alfombras peligrosas o colocando barandas o agarraderas en lugares estratégicos, tener dentro del equipo tratante, además de los ya nombrados, a un clínico, a un fonoaudiólogo, a un fisiatra y a un terapista ocupacional.
No deje de consultar con su médico, ya que este artículo es de carácter informativo, no reemplaza la consulta médica.
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