Por el Dr. Diego Montes de Oca

Los coronavirus son bien conocidos por lo médicos hace ya muchos años (60 años).  Miren si serán conocidos que causan el famoso resfriado común. Lo que pasa es que a veces presentan mutaciones o transformaciones que los hacen más agresivos y adquieren mayor poder para hacer daño.

Esto ya ha pasado con este virus y les cuento dos casos relativamente recientes, en el año 2002 se produjo un cambio en un coronavirus que genero un síndrome respiratoria agudo severo (SARS).

Se detectó en China en 2002 generando 8000 casos en más de 30 países con 774 muertos, una tasa de letalidad del 10%.

Los murciélagos son portadores de este virus, que aparentemente interactuaron con gatos civeta que fueron la fuente de contagio.

En el 2012 se genera el síndrome respiratorio de Oriente Medio, (MERS) donde se contagiaron 2144 personas, falleciendo 750, tasa de letalidad del 35%. Se origino en Jordania y se propagó por 27 países. El animal involucrado en el contagio aparentemente fue el camello.

Lo que sucede actualmente es un nuevo tipo de coronavirus, que se origino en Wuhan, donde hasta el momento se contagiaron 20.000 personas con 425 fallecidos, tasa de letalidad del 2%. Comparado con los otros virus es tranquilizador que tenga una tasa de letalidad mucho menor. Se ha propagado a varios países, donde en Argentina no se detectó ningún caso.

El contagio es de persona a persona, y la mayoría de los fallecidos tienen un dato clave y es que suelen ser personas con riesgo aumentado de contraer enfermedades; como ser personas mayores, o con enfermedades crónicas del corazón, de los pulmones o diabetes.

Se transmite por las gotitas respiratorias que se producen cuando una persona infectada tose o estornuda y esas secreciones pasan a otra persona en forma directa, o al darse la mano, tocar un objeto contaminado y luego tocarse la boca, la nariz o los ojos, por donde penetra el virus. No estar en contacto con enfermos y siempre el lavado frecuente y correcto de manos.

Puede producir una enfermedad leve como un resfrío común, tos, fiebre, malestar general, pero también puede producir una enfermedad grave que genera una neumonía, fiebre alta y dificultad para respirar, pudiendo llegar a la muerte.

Con este panorama global hay que estar atentos y tomar las medidas preventivas (El ministerio de salud las ha tomado con mucho criterio).

No hay que preocuparse en exceso ni generar pánico.

Lo que si debiera preocupar y generar alertas es a una combinación de un virus con una bacteria que en Argentina causan las muertes de aproximadamente 20.000 personas todos los años, pero como no hay epidemia ni alertas mundiales pasa desapercibido.

Lo más llamativo es que para prevenir esta gran cantidad de muertes nuestro país cuenta con la herramienta más importante y no solo eso, es gratis y obligatoria.

Estamos hablando de el virus de la gripe y la bacteria neumococo que genera neumonía. Son una combinación letal (la gripe baja las defensas y la bacteria te puede matar).

Ataca con más agresividad a las personas con factores de riesgo (menores de dos años, mayores de 65 años, diabéticos, fumadores, problemas crónicos de corazón y pulmón, defensas bajas, embarazadas).

Lo prevenimos vacunándonos, es gratuito, obligatorio y Argentina es ejemplo en el mundo por su calendario de vacunas.

Todos los bebes, los mayores de 65 años y las personas de cualquier edad con factores de riesgo ya mencionado, deben vacunarse con la vacuna de la gripe (todos los años) y la vacuna de la neumonía (en niños tres dosis y en adultos en dos dosis separadas de un año).

Por lo tanto, salvemos la vida de 20.000 personas por año en Argentina con el solo hecho de vacunarnos, además es gratuito y obligatorio.