Nuestras Funciones Superiores o Capacidades intelectuales son indispensables para nuestra calidad de vida y poder manejarnos como personas independientes y autoválidas. Los ácidos grasos omega 3 son nutrientes esenciales para el normal funcionamiento de nuestro cerebro, corazón, retina y el desarrollo de funciones tan importantes como la atención, memoria, inteligencia, comprensión, lenguaje y capacidades motrices.
El Cerebro humano pesa de 1300 a 1500g. El 70% es agua, del resto un poco más del 60% son grasas y de este aproximadamente 40% es el Omega 3 más importante del el sistema nervioso: el DHA o ácido docosohexaenoico.
¡O sea que la arquitectura de nuestro cerebro con sus neuronas y conexiones tiene unos 100 gramos de DHA!
El Omega-3 es necesario para las membranas que envuelven las neuronas. Permitiéndoles estirarse y hacer nuevas conexiones o sinapsis.
También envuelve a las células que cuidan y alimentan a nuestras neuronas llamadas células de la glía.
Forman parte además de las membranas de las arterias cerebrales responsables de llevar 1 litro de sangre con oxígeno y glucosa/minuto.
El Omega-3 tiene un rol estructural muy importante en el cerebro.
Las personas con altos niveles de Omega-3 tendrán volúmenes cerebrales más grandes en la vejez incluso los hipocampos -el área encargada de registrar y grabar la información nueva-, lo que equivale a preservar varios años más la salud cerebral y nuestra memoria.
Y la salud en otros sistemas del organismo necesarios para el cerebro y favorecidos por el omega-3 también redundarán en su beneficio.
Los altos niveles de ácidos grasos Omega-3 en la sangre se relacionan con un riesgo 27% menor de muerte de cualquier tipo, y un riesgo 35% menor de muerte por enfermedades cardíacas. Esto se debe a otro integrante de la familia de los omega 3: el eicosapentaenoico (EPA).
En la medida que nuestro sistema cardiovascular se mantenga sano más años, nuestro cerebro estará mucho más cuidado.
La Depresión un estado claramente negativo para nuestro sistema nervioso puede mejorar consumiendo los ácidos grasos esenciales omega-3
El deterioro de nuestras capacidades físicas y motoras claves para una rutina de actividades se bloquean muchas veces por el Dolor y la Rigidez: Los investigadores encontraron que tomar omega-3 diariamente reduce significativamente la inflamación, dolor, rigidez y deterioro funcional después de tan solo 7 días, y aún más significativamente después de 14 días.
Esto se logra si modificamos la relación entre los aceites Omega3/Omega6. Resulta que Ingerir por cada gramo de Omega3, 20 gramos de Omega-6 es inflamatorio, es la típica dieta occidental.
En cambio ingerir 1 gramo de Omega-3 por c/ 4 gramos o menos de omega-6 es antiinflamatorio. Pero dado que las fuentes de Omega-3 son tan escasas cada vez más se opta por suplementarlo para equilibrar la balanza y así cuidar nuestro cerebro y nuestro corazón.
En un un estudio, los participantes voluntarios de edad avanzada que padecían un déficit de memoria observaron una mejoría significativa después de tomar suplementos con DHA diariamente durante 24 semanas.
Otro estudio encontró una mejoría significativa en los resultados de fluidez verbal después de tomar DHA durante cuatro meses.
El Omega-3 DHA activando las neuronas, facilita la memoria y el aprendizaje.
Aprender cosas nuevas, romper la rutina, nos lleva a hacer nuevas conexiones neuronales
Los omega-3 ayudan a mejorar las funciones cognitivas. Los tejidos neuronales como el cerebro, la retina y las membranas que unen las neuronas (sinapsis) contienen cantidades elevadas de DHA.
Los ácidos grasos omega-3 actúan sobre la transmisión de órdenes de la información en el sistema nervioso. El suplementar la dieta con omega 3 puede mejorar la memoria en personas con deterioro cognitivo leve. También puede ser beneficioso para pacientes con Alzheimer.
El DHA está implicado en la mielinización y es importante en la eficiencia sináptica y en la velocidad de la transmisión , lo que podría aumentar la eficiencia en el procesamiento de la información.
Mejoran la función fotorreceptora de los bastones y la agudeza visual y aseguran el normal desarrollo de la retina en humanos. Los potenciales evocados visuales en los niños pueden ser mejorados con suplementación de Omega-3.
El consumo de alimentos y suplementos ricos en omega 3 por la madre durante el embarazo da como resultado una mejor memoria visual de reconocimiento de cosas nuevas y unos mayores resultados de las puntuaciones de inteligencia verbal o lingüística en niños incluso después de los 8 años de edad, debido a su contenido en omega-3.
El consumo materno de suplementos de omega-3 DHA y EPA está asociado a unas puntuaciones superiores en los tests de inteligencia infantiles estandarizados.
Los Omega-3 también pueden ser beneficiosos en niños con dificultades del aprendizaje, ayudando a mejorar la velocidad de lectura en niños que padecen dislexia.
La suplementación con ácidos grasos Omega-3 en adultos (edad media de 33 años) provoca una mejoría en la atención sostenida, reduce los errores en los tests de atención y provoca mejoría en los tiempos de reacción
La relación entre dieta y menor incidencia de deterioro cognitivo o aparición de demencia más fuerte se dio con 2 tipos de alimentación:
La dieta mediterránea y la dieta de los esquimales demostraron disminuir la incidencia de patología neurológica incluyendo las demencias y cardiovascular. La clave está en ser abundantes en pescados grasos como fuente de omega-3.
Los suplementos de aceite de pescado y gradual desarrollo de la tecnología permitiendo llegar a la fuente primaria y origen de los acidos grasos omega-3 DHA y EPA: las microalgas marinas abundantes en omega 3 y de las cuales se alimentan los peces, ha posibilitado acceder a productos más específicos, agradables y de alta calidad
Los múltiples estudios epidemiológicos realizados en la última década han demostrado claramente que las personas con mayores ingestas de omega-3: DHA y EPA, tienen riesgo relativo menor de incidencia y progresión del deterioro cognitivo y de allí su gran importancia en nuestra alimentación.
Dr. Alejandro G. Andersson
Médico Neurólogo MN: 65.836
Fuente:
- Oken E, Wright RO, Kleinman KP, Bellinger D, Amarasiriwardena CJ, Hu H, et al. Maternal fish consumption, hair mercury, and infant cognition in a U.S. Cohort. Environ Health Perspect. 2005;113:1376-80.
- MLA (Modern Language Assoc.) Coleman, Ellen, and Christine Rosenbloom. Sports Nutrition?: A Practice Manual for Professionals. Vol. 5th ed, Academy of Nutrition and Dietetics, 2012.
- Horrocks LA, Yeo YK: Health Benefits of docosahexaenoic acid (DHA). Pharmacol Res. 1999;40(3):211-25. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/10479465
- Hibbeln JR, Davis JM, Steer C, Emmett P, Rogers I, Williams C, et al. Maternal seafood consumption in pregnancy and neurodevelopmental outcomes in childhood (ALSPAC study): an observational cohort study. Lancet. 2007;369:578
- Chang CY, Ke DS, Chen JY: Essential fatty acids and human brain. Acta Neuro Taiwan. 2009;18(4):231-41. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/20329590
- Calder PC: Omega-3 Fatty Acids and Inflammatory Processes. Nutrients. 2010;2(3): 355-74. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3257651/
- APA (American Psychological Assoc.) Coleman, E., & Rosenbloom, C. (2012). Sports Nutrition?: A Practice Manual for Professionals (Vol. 5th ed). [Chicago?]: Academy of Nutrition and Dietetics.
- Tanaka K, Farooqui AA, Siddiqi, NJ, et. al: Effects of Docosahexaenoic Acid on Neurotransmission. Biomol Ther (Seoul). 2012;20(2):152-57. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3792211/
- Wu A, Ying Z, Gomez-Pinilla F.: Dietary omega-3 fatty acids normalize BDNF levels, reduce oxidative damage, and counteract learning disability after traumatic brain injury in rats. J Neurotrauma 2004;21(10):1457-67. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/15672635
- Peet M, Stokes C. : Omega-3 fatty acids in treatment of psychiatric disorders. Drugs. 2005;65(8): 1051-9. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/15907142
Comentar