
La artritis es la hinchazón y la sensibilidad de una o más de las articulaciones. Los principales síntomas de la artritis son dolor y rigidez de las articulaciones, que suelen empeorar con la edad. Los tipos más frecuentes de dolor articular son la artrosis y la artritis reumatoide.
La artrosis u osteoartritis hace que el cartílago, el tejido duro y resbaladizo que recubre los extremos de los huesos donde forma una articulación, se rompa. La artritis reumatoide es una enfermedad en la cual el sistema inmunitario ataca las articulaciones, comenzando con el revestimiento de estas.
Otros tipos:
- La gota, se acumulan los cristales de ácido úrico en las articulaciones.
- Las infecciones
- Enfermedades como la psoriasis o el lupus también pueden causar artritis.
Los tratamientos varían según el tipo de artritis, aunque los principales objetivos de los tratamientos son reducir los síntomas y mejorar la calidad de vida.
Diagnóstico: Durante la exploración física, el médico revisará las articulaciones para detectar hinchazón, enrojecimiento y temperatura. También va a querer evaluar la movilidad de laa o las articulaciones afectadas. Dependiendo del tipo de artritis que sospeche, el médico podría sugerir algunas de las siguientes pruebas:
Análisis de laboratorio: El análisis de diferentes tipos de líquidos corporales puede ayudar a identificar el tipo de artritis. Los líquidos comúnmente analizados comprenden la sangre, la orina y el líquido sinovial. Para obtener una muestra del líquido sinovial, el médico limpiará e insensibilizará la zona antes de insertar una aguja en el espacio de la articulación para extraer líquido.
Diagnóstico por imágenes: Estos tipos de pruebas pueden detectar problemas dentro de la articulación que pueden estar provocando los síntomas.
Por ejemplo:
- Radiografías. Las radiografías, que usan niveles bajos de radiación para visualizar el hueso, pueden mostrar si hay pérdida del cartílago, daño en los huesos y osteofitos. Las radiografías no pueden revelar el daño artrítico temprano, pero a menudo se utilizan para seguir la evolución de la enfermedad.
- Tomografía computarizada (TC). Los aparatos de tomografía computarizada toman radiografías desde muchos ángulos diferentes y combinan la información para crear vistas transversales de las estructuras internas. Los aparatos de tomografía computarizada pueden visualizar el hueso y los tejidos blandos que los rodean.
- Imágenes por resonancia magnética (RM). La resonancia magnética, que combina ondas de radio con un campo magnético fuerte, puede producir imágenes transversales más detalladas de tejidos blandos tales como cartílagos, tendones y ligamentos.
- Ecografía. Esta tecnología utiliza ondas sonoras de alta frecuencia para obtener imágenes de los tejidos blandos, cartílagos y las estructuras que contienen líquido cerca de las articulaciones (bursas). La ecografía también se utiliza para guiar la colocación de agujas para las aspiraciones e inyecciones articulares.
FUENTE: Libro: Mayo Clinic on Arthritis (Mayo Clinic sobre la artritis)
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