Una alergia alimentaria ocurre por una reacción del sistema inmune, mientras que la intolerancia alimentaria se debe a problemas del cuerpo para digerir determinados componentes de la comida. Muchas personas confunden la intolerancia con la alergia al azúcar, así que nada mejor que aclarar la diferencia para llevar una vida más saludable.
Diferencia entre alergia e intolerancia
Es más común encontrar intolerantes al azúcar que alérgicos. La glucosa, sacarosa y lactosa son azúcares y, a diferencia de lo que muchos creen, la intolerancia más frecuente es a la lactosa; alrededor del 65 % de las personas tienen al menos algún problema para digerirla (un azúcar difícil de digerir a medida que se envejece).
Es fácil confundir una alergia con una intolerancia porque sus síntomas son muy parecidos. Una alergia alimentaria ocurre cuando el sistema inmune confunde las proteínas de ciertos alimentos con virus o bacterias. Luego crea anticuerpos y libera sustancias que causan síntomas de alergia, como urticaria o dificultad para respirar.
A diferencia de una alergia, la intolerancia al azúcar no implica una respuesta del sistema inmune. El problema es que el organismo no puede digerir el azúcar. Por ejemplo, las personas con intolerancia a la lactosa no pueden digerir la lactosa de la leche.
Cuáles son los síntomas
Si tienes alergia al azúcar, puedes experimentar estos síntomas después de comerlo:
- urticaria
- calambres en el estómago
- vómitos.
Algunas personas pueden experimentar una reacción alérgica severa llamada anafilaxia —puede ser potencialmente mortal—. Conoce los síntomas:
- dificultad para respirar
- hinchazón de los labios, la lengua o la garganta
sibilancias.
La intolerancia a la lactosa y otros azúcares afecta sobre todo el tracto gastrointestinal. Si eres intolerante, tendrás estos síntomas:
- hinchazón
- gases
- náuseas o vómitos
- diarrea.
Si sospechas que eres alérgico o intolerante al azúcar, deberías consultar con un médico para estar seguro y descartar cualquier otra afección.
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