Vejez y sabiduría
A través de su accionar y proceder, la cultura occidental, de caracteriza por intentar sacar de circulación todo aquello que tenga determinada edad, antigüedad o que haya cumplido un supuesto ciclo. Así se quita de encima a los hombres y mujeres de la tercera edad, sinónimos de sabiduría y sapiencia en la cultura oriental.
De la redacción de Tvsana
A través de su accionar y proceder, la cultura occidental, de caracteriza por intentar sacar de circulación todo aquello que tenga determinada edad, antigüedad o que haya cumplido un supuesto ciclo. Así se quita de encima a los hombres y mujeres de la tercera edad, sinónimos de sabiduría y sapiencia en la cultura oriental.
Ringo Bonavena fue un destacado boxeador argentino de comienzos de la década del 70. No llegó a campeón mundial pero era guapo y carismático. Y entre tantas anécdotas y frases que dejó, TV Sana rescata una que le viene al dedillo a estas líneas: “La experiencia es un peine que te dan cuando te quedas pelado.” Es decir, que cuando uno adquiere los conocimientos o el aprendizaje necesarios para un buen desenvolvimiento, en la tarea que le toque, ya es tarde. Porque el tiempo pasó. Y el peine no sirve, debido a que uno ya ha perdido todo el pelo.
Esa es un poco la síntesis de la cultura de los tiempos modernos, sobre todo en la parte occidental del mundo, donde una persona a los 40 años, ya es vieja para desempeñar determinados cargos en determinadas empresas o compañías. A los 50 ya está para el retiro. A los 60, para el geriátrico. Y a los 70, una persona -según este perverso criterio- no sirve para nada y se la descarta, como a un envase de plástico de bebidas con gas. Un despropósito.
En este sentido, la milenaria cultura oriental da a diario una lección, con su proceder su manera de actuar y de tratar a los mayores de su sociedad. Y el razonamiento es al revés que el aplicado en esta parte del hemisferio. Allá, no es que las personas de determinada edad (la tercera edad, por ejemplo) no sirven más y se las saca a empujones de circulación. No. Todo lo contrario. Se respeta y venera a quien llega a esa etapa de la vida. Se la admira porque llegó a donde llegó, y porque por algo llegó. Vivió. Aprendió. Recogió experiencias. Acumuló conocimientos. Y los 60 o 70 años cumplidos, no son estorbos para la sociedad ni tampoco son material de descarte. Tener 60 o 70 años es haber alcanzado un momento de la vida en la cual la experiencia acumulada y los conocimientos incorporados, pueden ser transmitidos a quienes por el simple hecho de no haber vivido lo que ellos vivieron, no pueden haber acopiado tanta información. Y eso es sabiduría, no vejez.
En aquellos países, los mayores son gente importante, y se los trata como tales. Con deferencia, respeto, veneración. Son hombres y mujeres de consulta y sus consejos, se valoran y aprecian especialmente.
Dicen que alcanzar la madurez en la vida, permite soltar ciertas amarras y vivir con mayor libertad, y que se puede prescindir de cosas materiales y situaciones absolutamente superfluas. Y que el hecho de haber vivido gran parte del ciclo biológico, da valentía para decir y hacer lo que los compromisos y las actitudes conservadoras propias de otras edades, impiden que la gente lleve a la práctica. Ese es el tiempo de la tercera edad. El de la sabiduría, que en occidente tanto se desprecia.
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