De la Redacción de Tvsana

El alzheimer es una enfermedad cada vez más común , es por ello que los especialistas recomiendan una serie de hábitos que permiten disminuir las posibilidades de contraerlo o de retrasar su aparición.

La respuesta al interrogante planteado es contundente y no admite segundas lecturas: No. No puede prevenirse el Alzheimer. Los grandes especialistas coinciden en que el origen de esta enfermedad no se conoce bien aún, y por lo tanto, no existen métodos de prevención eficaces. Sin embargo, a comienzos del siglo XXI, el panorama no es tan desalentador, ya que los médicos insisten en remarcar que tomando ciertos recaudos y cuidándose en varios aspectos, pueden lograrse importantes contribuciones en el retraso de su inicio. De acuerdo con la Sociedad Española de Neurología, la puesta en práctica de determinados hábitos de vida, pueden reducir hasta un 40 % los casos de Alzheimer o retrasar su aparición.

Algunos consejos:

1) Es fundamental tratar factores de riesgo como la hipertensión, la diabetes, el colesterol alto, la obesidad, la hiperglucemia y el tabaquismo, ya que todo aquello que es bueno para el corazón, también lo es para el cerebro.

2) Terapia Hormonal. Según la John Hopkins University, las mujeres que reciben suplementos hormonales durante los cinco años siguientes al comienzo de la menopausia, tienen un riesgo 30 % menor de contraer Alzheimer. De todas formas, pareciera existir una etapa crítica durante la menopausia, en la cual se abre una puerta para que ingrese “el señor Alemán” y en ese momento, la terapia hormonal, jugaría un papel importante en cuanto a la prevención.

3) Debido a que en la patogénesis del Alzheimer están implicados los procesos inflamatorios a causa del depósito de proteína amiloide, algunos estudios epidemiológicos muestran que personas que toman antiinflamatorios de forma habitual, exhibieron una menor influencia de esta enfermedad. Loe medicamentos más efectivos, serían los corticoides, y luego, la aspirina y el ibuprofeno.

4) La estimulación cerebral es importante. Son muchos los expertos que aseguran que el aprendizaje estimula el crecimiento de las neuronas y lentifica su eventual deterioro. Es decir que conviene mantener el cerebro activo. ¿Cómo? Haciendo crucigramas, rompecabezas y demás juegos que inciten a pensar. También activando las regiones del cerebro que no suelen utilizarse: bañarse con los ojos cerrados, emplear la mano menos hábil para escribir, comer, cepillarse los dientes, etcétera.

5) La alimentación también aporta su cuota.  Los especialistas le otorgan propiedades protectoras a las manzanas, las zanahorias, los cítricos, el pescado, el brócoli, las uvas, las legumbres, los tomates. Y conviene evitar alimentos ricos en grasas saturadas, como la manteca, los embutidos, las carnes rojas y los productos de repostería.

6) La actividad física. Quien lleva una vida sedentaria tiene 32 % más de posibilidades de desarrollar patologías relacionadas con el cerebro. Por lo tanto se recomienda enfáticamente la actividad física: caminar 30 minutos diarios a ritmo sostenido, ya que oxigena las neuronas y favorece la liberación de neurotransmisores que promueven la memoria y el aprendizaje.