Una enfermedad crónica que sufren entre 800.000 y 1.200.000 argentinos y que ocasiona molestias físicas, psíquicas y psicosociales, que en ocasiones derivan en estados depresivos.

De la Redacción de TV Sana

La Psoriasis es una enfermedad inflamatoria, crónica, sistémica, pero no contagiosa. Se presenta en forma de lesiones rojas, cubiertas por escamas blancas, secas, que se localizan en los codos, las rodillas, el tronco y el cuero cabelludo. Puede comprometer las palmas de las manos y las plantas de los pies, las uñas, la semimucosa labial y la mucosa genital y, entre un 10 y 30% de las casos, puede devenir en artritis psoriásica.

La piel está sometida a un proceso de renovación constante, en el cual sus células primero nacen, luego se desarrollan y crecen, más tarde mueren y finalmente son eliminadas. Las células, epiteliales, tienen por misión proteger la piel de los factores ambientales y nacen en la capa basal. Tenemos la Epidermis, más abajo la Dermis y por último la Hipodermis. Entre la Epidermis y la Dermis, existen cuatro capas. La capa Córnea, la capa Granulosa, la capa Espinosa y la capa Basal, allí surgen las células epiteliales. Estas crecen hasta seis veces su peso original y ascienden hacia la capa Córnea, la que se encuentra más arriba de todas. Ya maduras, estas células mueren y son eliminadas por medio de un proceso de descamación natural. Todo este ciclo tiene una duración aproximada de unos 28 días.

Cuando la piel sufre psoriasis, se renueva demasiado rápido, provocando la acumulación de células muertas. Y allí vienen los problemas, las dificultades y los dolores. Y se producen una serie de síntomas inequívocos de la enfermedad:

Piel enrojecida: Que se genera como producto de la inflamación de los vasos sanguíneos

Picazón.

Dolor.

Descamación: Ocasionada como consecuencia de la acumulación de células muertas que no consiguen ser eliminadas.

Lo que sucede es que las células crecen aceleradamente y llegan a la capa Córnea alteradas. Este proceso tiene una duración estimativa de siete días.

Brotes y enfermedades asociadas.

Los brotes de esta enfermedad se manifiestan en distintas zonas del cuerpo, principalmente en el cuero cabelludo, estómago, zona genital, uñas, rodillas, manos y pies.

Y las enfermedades que están asociadas a este fenómeno son: la depresión, algunos problemas cardiovasculares, la diabetes de tipo 2 y la artritis psoriásica, un mal que afecta a todas las articulaciones.