De la redacción de tvsana

Son derivados de plantas, generalmente consumidos en forma de infusión, que contienen propiedades medicinales ideales para reducir el estrés, la ansiedad, la tensión y controlar los nervios.

Los avatares de la vida diaria causan efectos en las personas. Sobre todo en aquellos que habitan los grandes centros urbanos, donde a la vorágine cotidiana se le agrega la presión laboral y muchas situaciones más, que alteran y modifican radicalmente el humor de cada uno (por ejemplo, el caos vehicular y el irregular funcionamiento del transporte público). Todo ello genera estrés, una enfermedad relativamente moderna, provocadora de crisis nerviosas y ataques de ansiedad.

¿Tiene cura el estrés? ¿Puede controlarse? Con esta finalidad, los especialistas vienen trabajando en los últimos tiempos, y la conclusión, de momento, es que sí hay cura. Pero primero se requiere un diagnóstico adecuado de parte de un profesional idóneo. Y luego sí, buscar el tratamiento apropiado. Según la opinión de destacados hombres de la medicina, el mejor tratamiento para enfrentar y vencer al estrés, exige la utilización de remedios basados en productos naturales. “Vivimos tiempos de tensión, ansiedad o fatiga, tipos determinados de afecciones que resultan perjudiciales para la salud, por lo tanto resulta imprescindible reducir sus efectos negativos, los cuales se traducen en cansancio mental, tensión física o emocional”, explicaron hace un tiempo especialistas de los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos.

Las infusiones son adecuadas para tratar al estrés, ya que logran calmar a las personas, serenarlas, bajarles el nivel de ansiedad y tensión. Entre las sustancias de características naturales, con propiedades controladoras del estrés, se destacan: La Valeriana, una hierba muy popular, de efectos terapéuticos y que actúa como agente sedante, relajando el sistema nervioso y el cerebro. Su consumo es relativamente seguro, si se bebe en dosis exactas y por períodos cortos (hasta cuatro semanas), y se recomienda no tomarla en caso de embarazo o lactancia.

La Manzanilla es otra hierba a la que se le atribuyen propiedades curativas. Es un diurético suave, se usa como antiinflamatorio y ayuda en la cicatrización y en los problemas digestivos. Pero fundamentalmente actúa en la zona del cerebro y del sistema nervioso, en donde se genera el estrés. Por lo general se la prepara en infusión y su sabor es agradable.

El Ginseng es una de las plantas medicinales más conocidas del mundo. Es considerada un “adaptógeno”, es decir, una sustancia que proporciona nutrientes especiales para que el cuerpo logre un óptimo rendimiento mental y físico. Fortalece el sistema inmunológico y no se aconseja que las mujeres embarazadas la consuman.

Lavanda es también una planta indicada para estos tratamientos. Su flor y su aceite se extraen y se emplean con fines medicinales, por ejemplo, para serenar, para combatir el insomnio y la depresión; también ayuda a recudir la actividad del sistema nervioso.

Estas plantas no son las únicas. Hay más… Son muchas… Pero el hecho de buscar información sobre ellas y estudiarlas, genera también un poco de estrés.