De la redacción de tvsana

El invierno no condena a uno a engriparse, a sufrir resfríos, padecer tos, soportar dolor de garganta o molestas dificultades respiratorias. Todo esto se puede prevenir, siguiendo buenos hábitos, complementados con una adecuada alimentación y la muchas veces rechazada vacuna pertinente.

Cada época del año tiene sus alimentos propios y la naturaleza -sabia- se los brinda al hombre, a la mujer y a los chicos, para superar sin complicaciones, los fuertes fríos característicos de los días que corren. Por ejemplo, para el invierno, nada mejor que los cítricos, con sus dosis de vitamina C, que el organismo utiliza para contrarrestar o combatir los virus que andan dando vueltas, desde que se acaba el otoño, hasta que arriba la primavera.  Tomar jugos y comer fruta fresca, ayuda a soportar estoico los embates virales. También es necesaria una buena ración de verduras (crudas o cocidas), ricas en vitamina A, esenciales para mantener sana la piel y las mucosas.  Los frutos secos, como las avellanas, las nueces y las almendras, entre otras. El pescado, que aporta su cuota de proteínas -calcio, por ejemplo-, debido a sus grasas cardiosaludables: Omega 3 y Omega 6.

Los cereales, básicamente aquellos de poca elaboración, le aportan fibra y energía al cuerpo. Los garbanzos, las lentejas, los porotos, y otras legumbres, también le agregan energía al cuerpo, de modo tal de poder hacerle frente con buenas reservas al frío invernal e infernal. Así, uno puede sentirse más protegido ante la arremetida de estos molestos virus. Y si esta dieta llegó más tarde que el invierno al cuerpo, existen los remedios que ayudan a combatir sus efectos. O, si no, están las vacunas.

Es necesario aclarar que si el sistema inmunológico de una persona, está funcionando al máximo, podría estar en contacto con los virus sin ningún riesgo a enfermarse.  Lo mismo ocurre con los virus de la gripe.  Por otra parte, si el sistema inmunológico se encuentra en malas condiciones, los virus pueden fácilmente tomar el cuerpo por asalto.

Y si el virus ya hizo lo suyo (las bacterias no tienen nada que ver en este asunto) y la prevención fracasó, la buena alimentación debería mantenerse. Eso sí, una vez declarado el estado gripal, cuando afloran los primeros síntomas, resulta inútil la ingestión de cualquier tipo de antibiótico, debido a que sus efectos no influyen para nada en los virus. Ahí, lo recomendable es consultar  con los especialistas (recurrir a TvSana.com, sería una buena opción) y como decía un viejo político argentino: pasar el invierno.