tvsana agradece a la Lic. Agustina Arnaus -Psicóloga UBA –

Los sueños son una manifestación inconsciente, de donde derivaran muchas cuestiones. En muchas oportunidades es una satisfacción de deseo. Con esto me refiero a que la persona acostumbra a satisfacerse mediante el sueño, cuestiones que no puede satisfacer en la vida real. O sea en un estado consciente.

Muchas veces, soñamos con lo ultimo que la mente piensa minutos previos de entrar en el sueño profundo. Tambien soñamos, lo que nos preocupa, nos inquieta, etc. Ahí vendrían a explicarse, el caso de las pesadillas y/o el de los sueños de angustia.

Es totalmente esperable que los sueños, se presenten de manera incoherente, pueden aparecer personajes que ni conocemos, o bien que si conocemos pero transformados, entre otros ejemplos. Pero siempre de una u otra manera, atrás de ellos hay algo que nos quieren decir.

De hecho son uno de los medios que utilizan los psicólogos para arribar al inconsciente de una persona. De hecho allí, entre otras cosas, es donde descansan cuestiones fundamentales de un individuo. Descansan porque los podemos despertar, lo que significa encontrarle un real y profundo significado, como aprendizaje. ¿Porqué y para qué? Para resolver lo que nos angustia, nos da infelicidad, insatisfacción, a modo de ejemplo.

Porque si fueron a arribar allí, es porque el sujeto mediante el mecanismo de defensa de la represión, lo envío al inconsciente, frente al encuentro de una situación intolerable. Donde, para lograr un bienestar se lo quito de encima, extrayéndolo de la consciencia y enviándolo al inconsciente. Pero como lo que se reprimió ha sucedido, en algún momento va a tocar la puerta de una u otra manera. Ya sea vía un síntoma por ej. Que en muchas oportunidades no tienen que ver con el bienestar.

Por eso, si encuentran algún sueño que los deja angustiados, y/o se les repite. Mediante una meditación, o bien mediante una terapia psicológica pónganlo en palabras, para interpretarlo. De allí poder comprenderlo. Y finalmente lograr elaborarlo. Por ende que este no moleste, no inquiete, no ocupe un lugar de malestar en nuestra psiquis.