Muchos desean parecerse al extraordinario futbolista portugués. Para ello hace falta talento y una férrea voluntad para sacrificarse y esforzarse en procura de alcanzar el objetivo trazado.

De la Redacción de TV Sana

El portugués Cristiano Ronaldo es un extraordinario jugador de fútbol, que tuvo la mala fortuna de ser contemporáneo de Lionel Messi, circunstancia que lo condenó a un eterno segundo puesto en el escalafón de los dioses de la pelota. Porque su intención siempre fue reinar, ocupar el trono de Di Stéfano, de Pelé, de Maradona. Para ello se preparó y se esforzó, y continúa haciéndolo, día tras día, siguiendo un método, respetando una rutina. Ejercitando su cuerpo y su mente.

Al cabo de varios años como profesional CR7 (las iniciales de su nombre y su primer apellido, más el número que utiliza en su club, el Real Madrid), con 30 años cumplidos en febrero, se convirtió en uno de los jugadores mejor pagados del mundo, en una bestia rompe récords de goles y, por sobre todo, en un producto de marketing muy valorado y apetecido. En cada gesto, cada peinado, cada look, cada festejo de gol, se advierte una pose, y da la sensación que sabe perfectamente cuando lo toma una cámara y saca provecho de ello.

Y ese modelo, basado en tres características, que él mismo se atribuyó: Ser Rico, guapo y famoso, es un modelo que muchos quisieran copiar. Y no es nada sencillo. Primero, hay que nacer con talento para jugar al fútbol y hacerlo muy bien. Y segundo seguir a rajatabla un método y una rutina que abarca mucho sacrificio, férrea disciplina, fuerza de voluntad y horas y horas de entrenamiento.

Alimentación

CR7 cumple una estricta dieta alimenticia. Y cuida al detalle todo lo que ingiere. Sus platos no llevan grasas, tiene prohibido acompañarlos con salsas y, lógicamente, quedan eliminadas las frituras. El alcohol queda afuera del menú de todo futbolista, sin embargo ellos tienen permitido tomar una cerveza o una copa de vino de vez en cuando, sin embargo, CR7 no se permite esa licencia.

Descanso

Duerme mucho. Hay días en los cuales duerme más de 12 horas. Le gustan las siestas y mantiene la costumbre de acostarse temprano, tal como lo hacía en Inglaterra, en su etapa del Manchester United. Cristiano considera al descanso tan importante como la alimentación, a tal extremo que ha llegado a rechazar muchas invitaciones de eventos deportivos y no deportivos, o a cambiarlos de horario, para seguir con sus hábitos.

Entrenamiento

Cristiano no solo entrena en el gimnasio o en el campo de entrenamiento del Real Madrid. En su casa tiene una pileta, donde nada y tonifica bajo otro método sus músculos. Fabio Coentrao, compatriota suyo y compañero en el club español, declaró que “hoy Cristiano sigue trabajando igual que el primer día”. Y Pepe -otro compañero de equipo portugués- insiste en ese trabajo metódico: “Solo piensa en entrenarse para ser el número uno”. “Es el primero en llegar y el último en irse”, confirman en el vestuario del Real Madrid. Y no es que abuse del ejercicio, porque eso sería perjudicial para su cuerpo, el portugués controla lo que hace. “Es muy metódico en sus normas de entrenamiento. Un reloj suizo”, aseguran quienes trabajan con él todos los días en la Ciudad deportiva del Real Madrid.

El astro portugués recupera su cuerpo gracias a las temperaturas extremas. Un sistema que se denomina Crioterapia. Lo realiza en sesiones cortas, de dos o tres minutos y se somete a sensaciones térmicas durísimas, cercanas a los 200 grados bajo cero.

A grandes rasgos, estos son los principales ejes en la vida de Cristiano Ronaldo, un hombre obsesionado con la disciplina y orden como base y que no escatima sacrificios y esfuerzos para cumplir su objetivo de reinar en el mundo del fútbol. Y los resultados han sido muy buenos, pero no los soñados. Porque, mal que le pese, CR7 sigue a la sombra de Lionel Messi.