Aunque es innegable que, en general, el aspecto físico de otra persona es uno de los primeros factores de atracción, la realidad es que no alcanza como único motivo de enamoramiento. Los hombres y mujeres inteligentes e interesantes tienen un «plus» de atractivo para las demás personas pero, cuando se trata de la atracción que genera una mujer en un hombre, la inteligencia puede ser un factor intimidante.
Esas al menos son las conclusiones de una serie de estudios impulsados por Lora Park, psicóloga social de la Universidad de Buffalo y sus colegas Ariana Young y Paul Eastwick donde se estudiaron las reacciones de los hombres respecto de mujeres a las que percibieron como más inteligentes y descubrieron un fenómeno llamativo.
En la teoría, tener una pareja inteligente es algo que a muchos hombres heterosexuales les resulta atractivo pero en la práctica no todos esperan que se transforme en algo real. La investigación reveló que a pesar de que exista esa «fantasía», la idea de estar con una mujer más inteligente que ellos les provoca pavor.
Según los científicos, desde un punto de vista biológico, el hecho de que un hombre busque una mujer inteligente es una reacción lógica por las ventajas genéticas que esto conlleva, pero no muchos están listos para poder afrontarlo.
Para llegar a esta conclusión, los autores llevaron a cabo varios experimentos entre 150 alumnos universitarios. Primero, además de cumplimentar una encuesta acerca de estereotipos masculinos, los más de cien jóvenes hombres tuvieron que imaginarse un escenario hipotético en el que tras un examen reciente conocían las notas de un grupo de mujeres jóvenes y de ellos mismos y luego tuvieron que clasificarlas según su atractivo.
Los resultados revelaron que, por lo general, los hombres construían impresiones más favorables y mostraban mayor interés por las mujeres que habían sacado mejores notas que ellos que por las que habían obtenido calificaciones más bajas. Además, el 86 por ciento de ellos afirmó que se sentiría más atraído por alguien más listo que ellos.
Pero en la segunda parte del estudio, se recreó una situación real con el mismo objetivo. En este caso los hombres tuvieron que realizar un test de inteligencia. Luego, los investigadores explicaron a los voluntarios que reunirían en una misma sala a las mujeres que también habían hecho la prueba de inteligencia, informando de quiénes habían sacado las mejores y peores notas.
En esta fase del estudio, los hombres que creían que habían sido superados por una mujer en la misma habitación con ellos tienden a calificarla como menos atractiva y mostraron menos deseo de intercambiar información de contacto o planear una cita con ella. Según estos resultados, los hombres parecen sentirse atraídos por las mujeres que piensan que son más inteligentes o más competentes, pero sólo si esas mujeres están a una distancia psicológica y física de ellos. De cerca y en contacto, no tanto.
Finalmente, un tercer conjunto de experimentos reveló una posible explicación de por qué sucede esto. En esas pruebas, a los participantes masculinos se les pidió que evaluaran su «sentido de la masculinidad» en las situaciones en las que habían sido superados o superados frente a una mujer, donde existiera un potencial interés romántico.
Park y sus colegas concluyeron de esta manera que puede haber algo acerca de estar en la proximidad física de alguien que es superior a uno mismo que disminuye en los hombres el sentido de la masculinidad. Así, sugieren, cuando una mujer está cerca, algunos hombres pueden sentir una amenaza a su masculinidad.
Comentar