Este hábito colaboraría con la liberación del estrés y un mejor de las emociones, según indicó un estudio.
Tal vez lo hiciste, consciente o inconscientemente alguna vez. O tal vez hayas visto personas en la calle o el transporte público que hablan solas, o reflexionan en voz alta. Según un reciente estudio científico este hábito ayudaría a mantener el equilibrio mental y a liberar el estrés.
Así lo determinó un equipo de investigadores de las Universidad de Michigan y Pensilvania, que trabajó en los posibles desencadenantes que podrían provocar que los individuos lleguen a hablar en voz alta sin la necesidad de que otra persona los esté escuchando. Según manifestaron los especialistas, ayuda a tener un mejor control de las emociones ya lograr una óptima relajación de la mente.
Pero las bondades de hablar solo no terminan. Es que no solo sería beneficioso hacerlo sino que, al mencionarse a uno mismo en tercera persona, se posibilitaría un manejo más adecuado de los sentimientos. Así, cada individuo es capaz de alejarse del «yo» para analizar mejor sus actos. Y de esa forma, hará que disminuya la actividad cerebral vinculada con el estrés.
«Hemos probado que esto suele hacerse bajo la premisa de que la auto-charla en tercera persona los lleva a pensar en el yo de una manera similar a cómo piensan acerca de los demás. Y descubrimos que eso les proporciona la distancia psicológica necesaria para facilitar el autocontrol», destacaron los autores del trabajo.
Cómo fue la experimentación
Para llegar a estas conclusiones, los científicos reclutaron a 20 voluntarios y les pidieron que hallaran diferentes objetos dentro de una habitación. De esa manera, lo que pudieron observar es que aquellos que repetían el nombre del objeto a la hora de realizar la búsqueda podía encontrarlo en un tiempo menor al resto.
«Si ya sabemos cómo es ese objeto, repetir su nombre en voz alta ayuda a nuestro cerebro a reactivar esa información visual y eso facilita su búsqueda. Creemos que el lenguaje podría estimular la percepción, haciendo que el individuo focalice su atención en la tarea a realizar», explicaron.
Además, en estudios previos también se había podido comprobar que el efecto es igual en los chicos, que cuando repiten en voz alta las acciones que van a desarrollar en tareas como atarse los cordones de las zapatillas, lo hacían con mayor agilidad y eficacia. Por eso, en futuras investigaciones se planea obtener imágenes del cerebro por medio de un escáner que permita estudiar las regiones que se activan durante el proceso.
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