La leucemia es un tipo de cáncer de las células de la sangre donde la médula ósea genera células anormales que crecen de forma descontrolada, éstas llegan a la sangre y viajan por el organismo desplazando a las células sanas.

Existen muchos tipos de leucemia, algunas tienen un crecimiento lento que son las que se llaman crónicas y otras que crecen muy rápidamente que son las llamadas agudas. A veces una crónica puede acelerar su tasa de crecimiento y convertirse en aguda.

Esta enfermedad no siempre presenta síntomas, sin embargo, algunos signos y síntomas que pueden manifestarse son fiebre, cansancio persistente, debilidad, infecciones frecuentes o graves, pérdida de peso (sin disminución de la ingesta ni plan alimentario), agrandamiento de ganglios, sangrado o moretones espontáneos, sudoración excesiva.

«Los síntomas suelen ser vagos y poco específicos, y los mismos no son exclusivos de la leucemia, por lo cual pueden explicarse por otra enfermedad, pero si se presentan es importante consultar al médico».

El tratamiento para la leucemia puede ser complejo, difiere según el tipo de leucemia y de las características del paciente como su edad y sus antecedentes personales. Existen diferentes estrategias, terapias únicas o combinadas según se requiera.

Debemos valorar el control de salud, el hecho de tener un médico de cabecera que te conozca y realice un seguimiento apropiado es de mucha utilidad para consultar, reconocer o hallar precozmente diferentes patologías.

Recuerde que este artículo es solo de carácter informativo, no deje de consultar con su médico.

Asesoró Lorena Cirigliano, médica: MN 133.404