De la Redacción de Tvsana

La escledorermia es una rara enfermedad que principalmente afecta la piel. Por lo general la sufren personas de 30 a 50 años y es más habitual en la mujer que en el hombre.

El término “esclerodermia” viene del griego y significa “piel endurecida”. Y abarca un heterogéneo grupo de enfermedades autoinmunes relacionadas con el tejido conjuntivo que afectan principalmente a la piel, pero que también pueden implicar estructuras subyacentes, como la grasa, los músculos, los huesos, y diversos órganos internos (tracto gastrointestinal, pulmón, riñón y corazón, entre otros), la sinovial y los vasos sanguíneos.

Aún se desconocen fehacientemente las causas que la provocan. Las personas con esta enfermedad poco frecuente presentan una acumulación de una sustancia llamada colágeno en la piel y otros órganos y esa acumulación es la que lleva a que se generen síntomas de la enfermedad. Y ocurre cuando el sistema inmunitario ataca por error y destruye tejido corporal sano.

Por lo general, la esclerodermia afecta a personas de 30 a 50 años y es más común que se de en las mujeres, más que en los hombres.

Sus síntomas dependen del tipo de esclerodermia: si esta afecta únicamente la piel, o si ataca todo el cuerpo. En la esclerosis localizada, la afección es, por lo regular, en la piel de las manos y la cara. Se desarrolla lentamente y en muy contadas ocasiones se propaga por el resto del cuerpo o causa problemas de mayor severidad. En cambio, si se trata de una esclerodermia o esclerosis sistémica, puede ocurrir que afecte grandes áreas de la piel y también órganos como el corazón, los pulmones o los riñones.

Los síntomas cutáneos (de la piel) se observan en los dedos de las manos y de los pies, los cuales adquieren una tonalidad azul o blancuzca, como respuesta a las temperaturas frías. Eso se llama fenómeno de Raynaud. Se cae el pelo. La piel se vuelve más clara o más oscura de lo normal. Los dedos de las manos, las manos y los antebrazos se vuelven rígidos y tensos. Se producen pequeñas tumoraciones blancas por debajo de la piel, y en algunas oportunidades, estas exudan una sustancia blanca similar a la consistencia de la pasta de dientes. Aparecen llagas en las puntas de los dedos de las manos y de los pies.

Y por su parte, los síntomas musculares y óseos son: dolor en las articulaciones, entumecimiento y dolor en los pies, rigidez e inflamación en los dedos y en las articulaciones, y dolencias en las muñecas. Si la víctima presenta una tos seca, sibilancias (el sonido agudo que hace el aire al pasar por las vías respiratorias congestionadas) y dificultades respiratorias, es probable que haya implicancias en los pulmones. Y cuando el problema viene por el lado digestivo,  puede suceder que la persona afectada presente un cuadro con distensión tras las comidas, estreñimiento, diarrea, dificultad para tragar, inconvenientes para controlar las heces y reflujo esofágico o acidez gástrica.