La FDA inició un proceso de consultas sobre el tema. Apunta a que el tabaco sea menos adictivo. Las autoridades de Salud de Estados Unidos abrieron este jueves la posibilidad de reducir la dosis de nicotina en los cigarrillos para hacerlos menos adictivos, una decisión que podría significar millones de fumadores menos en un futuro.
La Agencia de Alimentos y Drogas (FDA, por sus siglas en inglés) indicó que espera las opiniones del público y que «explorará un producto estándar para reducir la nicotina a niveles mínimos o no adictivos». Se estima que será un proceso que durará varios años.
«Estamos dando un paso fundamental que podría acercarnos a nuestra visión de un mundo donde los cigarrillos ya no crearían ni mantendrían la adicción, haciendo más difícil que las generaciones futuras se vuelvan adictas, en primer lugar, y permitiendo que los fumadores adictos lo dejen o cambien a productos menos dañinos», expresó el comisionado de la Agencia, Scott Gottlieb.
La reducción de nicotina en los cigarrillos a un nivel no adictivo podría representar cinco millones menos de fumadores en el primer año de implementación, según una proyección de un estudio publicado en el diario de medicina New England.
Actualmente, alrededor del 15 % de adultos fuman en Estados Unidos. Con esta medida, en cinco años habría ocho millones menos de fumadores y para 2060 la tasa de consumidores caería a 1,4 %, indicó el reporte. Para finales del siglo XXI, se habrían salvado 8,5 millones de vidas.
LA FDA obtuvo autoridad para regular los ingredientes de los cigarrillos y otros productos de tabaco en 2009. Pero las grandes tabacaleras obstaculizaron durante años su labor reguladora a través de demandas. En este caso –según lo informado por la agencia de noticias AFP– los ejecutivos de la industria del tabaco de Altria y R.J. Reynolds expresaron su interés en la propuesta y se mostraron dispuestos a trabajar juntos.
«La noticia de hoy es una solicitud de información, no una regla planteada, y es el primer paso de un proceso de muchos años que requerirá a la Agencia examinar y resolver muchos temas complejos», dijo Murray Garnick, vicepresidente ejecutivo de Altria Group Inc., que incluye a Philip Morris.
«Como la FDA ha reconocido, cualquier estándar de nicotina propuesto necesitaría ser parte de un paquete integral», agregó. «Altria ya se ha estado preparando para un potencial estándar razonable y planeamos participar en cada paso de este proceso», señaló Garnick.
Consultada por Clarín, la neumonóloga Cristina Borrajo, expresidenta de la Asociacion Argentina de Medicina Respiratoria (Aamir) y experta en tabaquismo, opinó que «es una buena medida, es positiva» porque «uno de los objetivos es bajar la incidencia, y todo lo que hagamos a favor de que la gente fume menos es bueno».
«Se supone que cada cigarrillo tiene alrededor de dos miligramos de nicotina. Lo que la FDA quiere es regular ese contenido. Eso significa obligar a las empresas tabacaleras a que lo bajen», subraya Borrajo.
«Si el cigarrillo no tiene nicotina, no tendríamos el problema que tenemos ahora. Lo que ata a un fumador es la nicotina. El resto, los 4.500 componentes que tiene, son tóxicos, provocan cáncer y un montón de enfermedades. Pero lo que mantiene a la persona agarrada al tabaco es la nicotina», continúa.
Este proyecto –continúa Borrajo– está dirigido principalmente a los jóvenes. El objetivo es que no empiecen a fumar. Porque una vez que la adicción se adquiere, es difícil salir de ella. Además, esta medida a la larga va a influir sobre los que ya son fumadores. Aunque seguramente habrá que esperar: «Todo lo que sea proyecciones en la lucha contra el tabaco son años», pronostica.
La medida no tendría repercusión directa en la Argentina. Una misma tabacalera puede fabricar cigarrillos para Estados Unidos con unas características –siguiendo las nuevas indicaciones de la FDA, por ejemplo– y para el resto del mundo seguir fabricando otros cigarrillos. Sin embargo, las decisiones de la FDA tienen trascendencia mundial y suelen marcar los lineamientos que luego aplican las agencias de otros países.
«Tenemos la desventaja de que el convenio marco de control del tabaco de la Organización Mundial de la Salud, que Argentina firmó, nunca fue ratificado por la Cámara de Senadores. Entonces, estamos desprotegidos en ese sentido», dice Borrajo. «El convenio es muy largo, tiene muchos aspectos. Entre ellos, hay cuatro o cinco que pudimos implementar a través de la Ley del Control de Tabaco que tenemos. Si bien le faltan algunas cosas, es una buena ley: aumentaron los impuestos al tabaco y los jóvenes empiezan a fumar menos», concluye la especialista.
fuente: clarin
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