Desde el Hospital Garrahan vaticinaron que sea de las más graves en los últimos años.
Partiendo del descenso de la temperatura en buena parte del país, se enciendieron las alarmas por la aparición de infecciones asociadas al calor. Tal es el caso del dengue y de enfermedades respiratorias como la neumonía, la influenza y bronquiolitis.

El presidente del Hospital, Carlos Kambourian, informó que “creamos un Comité de Crisis que planifica las acciones para afrontar la epidemia. Diseñamos un nuevo espacio donde antes funcionaba un archivo. Coordinamos el trabajo en red con los hospitales de la ciudad y el conurbano”.

Ante estas declaraciones, Kambourian enumeró parte del trabajo que el Garrahan realiza. Se espera que de mayo a octubre se produzca un brote de bronquiolitis. Así como de otras infecciones respiratorias, según lo sucedido epidemiológicamente en el otoño/invierno pasado del hemisferio norte.

Como bien es sabido, las infecciones respiratorias son uno de los mayores desafíos de la salud pública. Pero también es una de las mayores preocupaciones de madres, padres y pediatras durante los meses de otoño e invierno.

La situación se agrava, si se le suma el hecho de que las autoridades de la Región Sanitaria VI, que depende directamente del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, no envían con rapidez las dosis necesarias de vacunas antigripales para asistir a la población local.

Ojo visor

La bronquiolitis suele comenzar como un resfrío. Luego de dos o tres días de ese cuadro, algunos niños pueden tener pocos síntomas o síntomas menores. Otros desarrollan más problemas respiratorios, como sibilancias (ruido similar a un silbido en el pecho, al respirar) y tos.
El virus se transmite de una persona a otra por el contacto directo con las manos contaminadas. También con secreciones nasales o a través de gotitas aerotransportadas. Estas las generan al toser o estornudar, aquellos que presentan la enfermedad.

Para prevenir esta afección, especialistas sugieren mantener la lactancia materna, no exponer a los niños al humo del cigarrillo y lavarles las manos a los niños con agua y jabón con frecuencia.

Del mismo modo advierten que se debe mantener a los bebés alejados de personas resfriadas o con tos. En el supuesto de que alguien en la familia tenga alguna infección de las vías respiratorias, esta debe lavarse las manos con frecuencia, especialmente antes de manipular al niño.

fuente: segundoenfoque