Son varias las razones por la cual un paciente puede estar anticoagulado, entre las principales se pueden mencionar la existencia de un tipo de arritmia, tener un reemplazo de válvula cardíaca, presentar una trombosis u otras.  

Se usan diferentes medicamentos para lograr la anticoagulación adecuada, generalmente se inicia con inyecciones subcutáneas y luego se hace el cambio a remedios vía oral. Este switch y su seguimiento son diferentes según que droga se indique. 

No confundir anticoagulación con estar antiagregado con aspirina o clopidogrel. 

La anticoagulación tiene como objetivo prevenir o tratar enfermedades importantes y graves, siendo muy necesaria, pero toda medicación tiene sus efectos adversos. 

En este caso el riesgo se encuentra en la posibilidad de presentar algún sangrado serio que pueda comprometer al paciente, como una hemorragia digestiva o una hemorragia cerebral (ante un trauma de la cabeza). 

El riesgo de sangrado puede ser mayor o menor según cada paciente,  es una variable que el médico tendrá en cuenta y realizara un score de sangrado intestinal y en los ancianos además tendrá en cuenta el riesgo de caídas accidentales.  

Con esta información antes de comenzar el tratamiento el profesional evaluara junto con el paciente el riesgo y el beneficio de cada acción e informará si existen contraindicaciones para la anticoagulación. Si el beneficio es mayor al riesgo se realizará el tratamiento anticoagulante correspondiente. 

Sin embargo, es muy importante conocer los riesgos y consecuencias, como también interacciones medicamentosas, alternativas terapéuticas, cuidados relevantes  y tener pautas de alarma para poder manejarse de una forma rápida ante los diferentes eventos que puedan presentarse.

Por lo cual, los  pacientes anticoagulados deben tener un seguimiento estricto con su médico clínico y con su hematólogo. 

No deje de consultar con su médico, ya que este artículo es de carácter informativo,  no reemplaza la consulta médica.

Asesoró Lorena Cirigliano, médica especialista en medicina interna (MN 133.404).