Asesoró la médica Lorena Cirigliano (MN 133.404)

La leucemia es un tipo de cáncer de las células de la sangre que se genera cuando la médula ósea comienza a producir células anormales, las cuales se dirigen al torrente sanguíneo y desde ahí viajan por todo el cuerpo.

La médula ósea en un tejido que se encuentra en el centro de la mayoría de los huesos y  contiene a las células madre sanguíneas que se transforman en glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas.

Los pacientes pueden presentar cansancio crónico, debilidad, sangrados o hematomas espontáneos, fiebre, sudoración nocturna, pérdida de peso, falta de apetito. Hay que tener en cuenta que estos síntomas no son exclusivos de la leucemia, esto quiere decir que otras enfermedades pueden presentarse de forma similar. Pero ante la aparición de alguno de estos síntomas es importante consultar con su médico.

Ante la sospecha de una enfermedad de la sangre su médico clínico iniciará los estudios con una extracción de la misma para un análisis de laboratorio y luego derivará al hematólogo, que es el especialista de estas patologías, para profundizar en el estudio.

Un procedimiento ambulatorio que se realiza es el de sacar una muestra de la médula ósea y así poder observar las células directamente de la “fábrica” a través de una punción o aspirado que se extrae a través del esternón o de la pelvis. 

Existen diferentes clases y estirpes de leucemia, por lo cual se realizarán diferentes pruebas para determinar su tipo y así poder iniciar el correcto tratamiento según cada caso. 

No deje de consultar con su médico, ya que este artículo es de carácter informativo,  no reemplaza la consulta médica.