Asesoró Lorena Cirigliano MN133.404, médica clínica.

Se considera a la hipertensión pulmonar como una enfermedad poco frecuente causada por diferentes patologías, en su mayor parte debido a enfermedades propias del corazón o del pulmón, como la insuficiencia cardíaca, la EPOC o la fibrosis pulmonar.

Se caracteriza en el aumento de la presión de los vasos que llevan la sangre al pulmón, lo que sobre exige al corazón generando dificultad respiratoria (disnea), cansancio, edemas en miembros inferiores, aumento del líquido abdominal, dolor de pecho, desmayos (síncopes) , falta de apetito.

La hipertensión pulmonar se divide en cinco grupos:
• Hipertensión Arterial Pulmonar: asociada a enfermedades del tejido conectivo, como esclerodermia y lupus; las cardiopatías congénitas; asociada a fármacos como los anorexígenos; la forma hereditaria; la idiopática (de causa desconocida).
• Asociada a enfermedades del corazón izquierdo, por ejemplo, por problemas de las válvulas del corazón o del musculo cardíaco específicamente.
• Asociada a enfermedades pulmonares crónicas o hipoxemia (falta de oxígeno en sangre) como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, la fibrosis pulmonar, las apneas del sueño.
• Asociada a la obstrucción arterial por tromboembolismos (coágulos en los vasos pulmonares).
• De causas indefinidas como trastornos de la sangre, trastornos metabólicos, sarcoidosis y tumores que presionan las arterias pulmonares.

Entonces, debido a las múltiples patologías involucradas en la hipertensión pulmonar, su estudio es interdisciplinario y necesario para que los profesionales adecuen el tratamiento correspondiente, ya que el mismo se dirige por un lado a los síntomas pero también a la causa subyacente que la origina.

Se trata de una enfermedad compleja de no fácil diagnóstico por eso importante conocerla para pensarla, acudir al médico y hacerse los controles pertinentes, sobre todo si padece de alguna de las patologías bases nombradas en el artículo.

Redacción de TvSana