Diciembre, el mes de las fiestas, las reuniones, las despedidas. Un mes en donde las rutinas se alteran, y nuestros encuentros sociales suelen girar en torno a la comida, muchas veces convertida en excesos.
Por eso, queremos prepararnos para las fechas que se avecinan para que comer rico en las fiestas no se convierta en un verdadero dolor de cabeza. Así, desde la Fundación Cardiológica Argentina compartimos algunos consejos.
A juzgar por las tradiciones, éste es un momento en donde las comidas hipercalóricas, ricas en grasas, azúcares y sodio, se encuentran a la orden del día. En este sentido, es importante que los obesos, diabéticos e hipertensos, tengan especial cuidado, así como quienes padecen problemas renales, sobre todo por las consecuencias que estos excesos pueden ocasionarle a su salud.
Ante las altas temperaturas, siempre elijamos comer de manera más liviana, seleccionando alimentos más frescos, ricos en agua y bajos en calorías; como frutas, verduras frescas y carnes magras. Por otro lado, es fundamental hidratarnos bien durante todo el día; recordemos que las frutas y verduras contribuyen a aumentar nuestra ingesta de agua, así como las infusiones y gelatinas.
Otro punto importante es no saltearse comidas. Aprender a comer y seleccionar lo que más nos conviene en cada momento, se vuelve fundamental para lograrlo. Si salteamos comidas, llegaremos a la próxima con más hambre y ansiedad, lo cual favorecerá que comamos más.
Además, para ahorrar calorías para la cena, durante el día podemos priorizar las frutas y verduras, ricas en fibra y agua, las cuales nos mantendrán saciados durante mayores períodos de tiempo.
Por su parte, procuremos que la mayoría del plato esté ocupado por ensaladas o verduras. Esto nos ayudará a tener menos hambre a la hora del postre y poder quedarnos satisfechos con una porción más pequeña de aquellos alimentos que integran la mesa dulce.
La cantidad también resulta clave en estos momentos. No perdamos la cuenta del número de veces que nos servimos, ya que no sólo las calorías, sino también el sodio, los azúcares y las grasas se verán multiplicados en cada ración de más.
En conclusión, el equilibrio y la compensación se vuelven palabras fundamentales para estas fechas. La moderación es clave. Aun cuando se consuman alimentos de menor valor calórico, debemos visualizar un tamaño adecuado de las porciones que nos servimos.
Asimismo, la actividad física puede ser en estos días una gran aliada para compensar los excesos, y mantener nuestro peso y corazón saludables. Por ejemplo, el baile tiene beneficios físicos y emocionales excepcionales, y nos permite ir quemando algunas calorías de más sin casi darnos cuenta.
CONSEJOS SENCILLOS Y ÚTILES A TENER EN CUENTA:
1. Evite saltear las comidas programadas, es preferible que realice su desayuno y merienda más liviano, para poder “negociar” en el almuerzo o cena.
2. Los días o momentos previos a los festejos sea cuidadoso en la elección que haga de los alimentos como así también de sus formas de preparación, de esta manera evitará excesos indeseables.
3. Elija alimentos que le brinden: mucho volumen, pocas calorías y alto aporte de fibras, como verduras crudas, principalmente las de color verde, frutas, con control, prefiriendo las de mayor contenido de agua (cítricas, frutillas).
4. Utilice la sal con moderación, evite agregarla en las comidas y limite el uso de fiambres, embutidos, chacinados, pescados envasados, quesos, aderezos y salsas comerciales, alimentos en conserva (aceitunas, pickles, salsas), alimentos de copetín (palitos fritos, papas fritas, maníes, etc.), que son muy altos en sal y muchos, además, en grasas.
5. Utilice carnes magras, retire la piel de las aves y la grasa visible de las carnes.
6. Prefiera los cereales y panes integrales.
Por último, no perdamos de vista que la comida puede ser placentera siempre que tengamos en cuenta la calidad y cantidad de los alimentos que estamos ingiriendo.
Las fiestas llegan para disfrutarlas, elijamos hacerlo de manera saludable, sin excesos ni prohibiciones. Invitemos a nuestra familia y amigos a compartir este lema.
Por la Fundación Cardiológica Argentina – www.fundacioncardiologica.org
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