De la redacción de tvsana

Esta patología -el desgaste del cartílago articular- es la más frecuente de las enfermedades reumáticas y se da, fundamentalmente, entre las personas de edad avanzada.

La definición, precisa y clara, corresponde al médico traumatólogo, Juan Ottolenghi, consultado por TV Sana: “La artrosis es el desgaste del cartílago articular.» Un cartílago que actúa como amortiguador (aminora el efecto de los golpes) al proteger los extremos de los huesos y que, por otra parte, favorece el libre movimiento de la articulación (rodilla, codo, hombros, nudillos). La artrosis, también llamada osteoartritis, es la más frecuente de las enfermedades reumáticas, fundamentalmente entre las personas de edad avanzada. Y una buena manera de prevenir tempranamente sus efectos es, entre otras cosas, controlar el peso propio y realizar actividad física, sobre todo, ejercicios aeróbicos moderados, los cuales mejoran ostensiblemente la funcionalidad de las articulaciones.

Al desarrollarse la enfermedad, el cartílago mencionado pierde sus propiedades y su función deja de ser efectiva. Incluso, puede desaparecer, haciendo que los extremos de ambos huesos rocen directamente, provocando un intenso dolor. También puede ocurrir que la viscosidad del líquido sinovial, que nutre al cartílago y que permite la lubricación de la articulación, disminuya, resultando menos efectivo. El hueso puede reaccionar, estimulándose el crecimiento lateral del mismo, y dando lugar a lo que en medicina se conoce como osteofito. Esto produce la típica deformación de las articulaciones y la aparición de nódulos (pequeños bultos que se pueden palpar), como resultado de ese crecimiento anormal del hueso. Además del dolor por el roce y la deformación, suelen producirse otros dos síntomas claros: crujidos al mover las articulaciones e inflamación y edemas.

La clasificación de los distintos tipos de artrosis guarda relación con las causas que la producen. De este modo, la artrosis puede ser de tipo Primaria, aquella que aparece sin factores causantes conocidos y que se manifiesta, con mayor frecuencia, en las manos, pies, rodillas, cadera o columna, entre otras. O de tipo Secundaria. En este caso sí se puede apreciar una causa para la aparición de la patología. Pueden ser enfermedades congénitas (de nacimiento); traumatismos, algunas enfermedades del metabolismo; endocrinas (como la diabetes o el hipoparatiroidismo) alteraciones inflamatorias neurológicas o vasculares.

Por lo general, la gente tiende a confundir artrosis con osteoporosis o con artritis, sobre todo cuando identifican a la artrosis con el nombre de osteoartritis, por la similitud semántica. Pero las tres son enfermedades diferentes. Son diferentes sus síntomas, el diagnóstico y los tratamientos. La artritis reumatoidea es una enfermedad que causa dolor, edema y rigidez en las articulaciones, afecta comúnmente pequeñas articulaciones como los dedos, los pies y las muñecas. Las personas que padecen frecuentemente osteoartritis, no tienen osteoporosis. Sin embargo, como algunos de los medicamentos que se usan para tratar la artritis reumatoide causan pérdida ósea, las personas con artritis reumatoide si pueden llegar a tener osteoporosis. La pérdida de hueso causada por la artritis reumatoide también puede ocurrir como resultado directo de la propia enfermedad.