Dentro de cinco años podría haber disponible un tratamiento para la causa más común de ceguera, según creen los científicos, luego de revelar que los dos primeros pacientes a quienes les suministraron un revolucionario tratamiento con células madre recuperaron visión suficiente para poder leer.
Los dos pacientes padecían degeneración macular asociada a la edad (AMD, por sus siglas en inglés), que destruye la visión central. Ambos estaban perdiendo la vista. Según su cirujano, no podían ver un libro, y mucho menos las letras impresas.
Pero el implante de un “parche” de células madre sobre la lesión en el fondo del ojo restableció la visión central lo suficiente, no sólo para leer, sino también para ver rostros que antes eran para ellos un borrón gris.
Los científicos relacionados con la gran innovación anticipan que en el futuro, el procedimiento podrá ser tan común como la operación de cataratas, y que ayudará a la gran cantidad de personas que están perdiendo la vista por causa de la AMD. Sólo en el Reino Unido, son entre 600.000 y 700.000.
El importante hallazgo deriva del denominado Proyecto Londres para Curar la Ceguera, un trabajo en colaboración entre el profesor Pete Coffey, perteneciente al University College London y el profesor Lyndon da Cruz, cirujano de retina del Hospital Oftalmológico Moorefields.
Coffey y da Cruz se propusieron tratar a 10 personas que tenían una forma “húmeda” de AMD, causada por una repentina filtración proveniente de los vasos sanguíneos del ojo que puede destruir la mácula, parte esencial de la retina. Las células del pigmento epitelial retiniano (RPE, de acuerdo con las siglas en inglés) en la mácula son cruciales para el funcionamiento de las células fotorreceptoras sensibles a la luz, que sin el soporte del RPE mueren.
Los dos pacientes, una mujer que transita los 60 años y un hombre en los 80, son los primeros que reciben el tratamiento en el RU, y se los eligió por lo avanzado de su dolencia: hubieran quedado ciegos en seis semanas a partir de la filtración de los vasos sanguíneos. A cada uno se le implantó en un ojo el parche, que consiste en una membrana cubierta por células madre humanas embrionarias modificadas para distinguirse como células RPE. Los resultados fueron divulgados en la publicación especializada Nature Biotechnology.
Coffey dijo que la mejoría en la visión —generalmente medida en líneas de una tabla de lectura— era mucho mayor que lo que habían esperado: “Dijimos que íbamos a lograr que tres pacientes (de los 10 propuestos) alcanzaran una recuperación de la vista de tres líneas. Lo probable era que no volvieran a tener visión para leer”.
“La primera paciente logró una mejora de seis líneas, lo cual es impresionante, y el segundo alcanzó las cinco líneas y parece ir mejorando con el transcurso de los meses. Los dos leen realmente. En el mejor de los casos (la mujer) podía leer algo así como una palabra por minuto ampliándola. Ahora lee 80 palabras por minuto y (el hombre) está leyendo 50”.
El paciente masculino es Douglas Waters, de 86 años, habitante de Croydon. Su caso era severo y los médicos no eran particularmente optimistas cuando le hicieron el tratamiento en el otoño de 2015. Pero los resultados han sido notables.
“En los meses previos a la operación mi vista era muy pobre y con el ojo derecho no podía ver nada”, dijo. “Era un esfuerzo ver algo con claridad, aunque estuviera cerca.” “Después de la cirugía mi visión mejoró al punto de que ahora puedo leer el diario y ayudar a mi esposa con el jardín. Lo que ha hecho el equipo es brillante y me siento muy afortunado por que me hayan devuelto la vista.”
Coffey y da Cruz prevén operar un paciente más para fortalecer la seguridad del procedimiento. Uno de los éxitos de la prueba ha sido demostrar que no hubo necesidad de drogas para suprimir todo el sistema inmune del paciente a fin de evitar el rechazo de las células madre. El ojo se auto-contiene, de modo que solo debieron inyectar pellets que liberan drogas inmunosupresoras en el ojo durante el transcurso de dos a tres años.
Coffey cree que pueden poner un tratamiento a disposición de los cirujanos del Sistema Nacional de Salud británico dentro de los próximos cinco años, en el momento solo para el 10% de los pacientes afectados por la forma húmeda de AMD. La AMD seca se desarrolla más lentamente y no hay tratamiento para ella. No obstante, dice Coffey que no hay razón por la cual el parche no funcione también para ellos.
A su debido tiempo, el equipo espera que el tratamiento se haga tan común y eventualmente tan económico como la cirugía de cataratas.
El doctor Carmel Toomes, profesor adjunto en los Institutos Leeds de Medicina Molecular, dijo: “Estos resultados dan verdadera esperanza a los numerosos pacientes que padecen AMD y otras degeneraciones retinianas en cuanto a que la terapia de reemplazo con células madre puede ser una realidad en el futuro cercano. Si bien ésta es una prueba clínica muy temprana, los resultados son positivos y muestran que la tecnología sigue avanzando. En la dirección correcta”.
fuente: The Guardian. (Traducción: Román García Azcárate), protectia
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