De la Redacción de Tvsana

Un estudio elaborado por un científico de Georgia (Estados Unidos), intrigado por descubrir para que servían realmente las pestañas, luego de ver a su pequeña hija pestañear, llego a una acertada conclusión. 

El investigador norteamericano del Instituto Tecnológico de Georgia, David Hu, vio pestañar a su hija recién nacida y decidió estudiar a fondo las pestañas. Y para ello reclutó a estudiantes de postgrado en su laboratorio de biomecánica y convocó a colegas a quienes invitó a sumarse a su trabajo. Midieron las pestañas de diferentes mamíferos; fabricaron un ojo artificial con pestañas, lo colocaron en un túnel de viento y le soplaron aire. Así crearon modelos matemáticos de corriente de aire sobre las pestañas. Y mediante estas pruebas, descubrieron que su verdadera función es ayudar a proteger los ojos de los peligros de la sequedad.

Los relevamientos hechos entre los mamíferos, les permitieron corroborar que las pestañas siempre tienen una longitud aproximada de un tercio del ancho del ojo, que resulta ser la longitud ideal para desviar la corriente de aire alrededor del ojo y mantener a estos correctamente lubricados. “La cambiante corriente de aire alrededor del ojo es tan importante que, desde los elefantes hasta los conejos, pasando por mamíferos de diferentes tamaños y características, la proporción de longitud de las pestañas a la anchura del ojo, no cambia.”

Los primeros pasos de la investigación se dieron analizando las medidas de las pestañas de 22 especies de animales preservados en el Museo Americano de Historia Natural. Y esas medidas mostraron la relación constante con el tamaño del ojo. Los investigadores también utilizaron un plato con agua del tamaño de un ojo, con un círculo de malla alrededor, intentando imitar a las pestañas. Y determinaron que la malla funcionaba igual que las pestañas postizas confeccionadas con cabello humano. Sin embargo, el largo real de las pestañas de los mamíferos, funcionaba mejor en la tarea de prevenir la evaporación del agua y, de este modo, evitar que partículas transportadas por el aire se depositaran en el agua.

Además de satisfacer su propia curiosidad y comprobar que era lo que se producía en los ojos cuando su hijita pestañaba, David Hu comentó que la investigación realizada podría tener alguna aplicación para los paneles solares, los cuales poseen una menor eficiencia cuando partículas del aire se depositan en ellos.

También se sabe que las pestañas cumplen un papel destacado en el juego de seducción que tan bien juegan las mujeres, por algo se inventaron las pestañas postizas, largas, eternas. Pero ese es un tema a desarrollar en otro momento.

Fuente: Instituto Tecnológico de Georgia