Los altos niveles de contaminación del aire causan mucho más que picazón de ojos y nariz. Las personas que sufren enfermedades respiratorias deben tomar precauciones para evitar que sus males se agraven.
El Dato
A nivel mundial, la polución es la causa principal de mortalidad de los seres vivos ya que el 92% de la población vive en lugares contaminados. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la contaminación del aire causa 6.5 millones de muertes al año.
El mayor porcentaje de la contaminación ambiental que padece este país es provocado por el parque vehicular. Los gases del combustible quemado (dióxido de carbono) generan una alta concentración de partículas contaminantes suspendidas en el aire. Entre esas sustancias figuran el material particulado (PM), el ozono (O3), el dióxido de nitrógeno (NO2) o el dióxido de azufre (SO2). Estos elementos son responsables de diversas enfermedades respiratorias como bronquitis, traqueítis, neumonía y asma. También son responsables de cardiopatías, cáncer de pulmón, mareos y dolor de cabeza. Para reducir los efectos de la contaminación ambiental se recomienda evitar salidas innecesarias las horas y días con mayor polución. La polución se concentra cuando la atmósfera está más húmeda porque el aire circula con menos facilidad. En la página web del Servicio Nacional de Meteorología (Senamhi) se puede monitorear la calidad del aire a diario y así establecer los destinos que debemos evitar. Allí se indica si la calidad del aire es buena, moderada, mala o alcanza el umbral de cuidado.
Por desgracia, la contaminación ambiental en la calle es difícil de evitar; sin embargo, sí podemos hacer algo en casa. Para evitar la contaminación intradomiciliaria debemos ventilar todos los ambientes abriendo las ventanas. Además una buena hidratación y alimentación ayudan a eliminar toxinas y reforzar el sistema inmunológico. Fumar en casa no es una opción.
Los especialistas recomiendan tomar un vaso de agua pura cada 2 o 3 horas para depurar las toxinas que se acumulan en el organismo. Asimismo se aconseja el consumo de vitamina C porque contribuye a un sistema inmunitario saludable. También es beneficioso el consumo de ostras, cangrejo, semillas de calabaza y de girasol porque contienen zinc, que fortalece el sistema inmunológico y es clave en el crecimiento y desarrollo.
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