Las redes sociales y todo lo relativo a internet, videoconferencias con la familia y terapia con la Wii potencian las funciones cognitivas, motoras, emocionales y sociales.
Aunque nacieran mucho antes de la llegada de internet y las nuevas tecnologías, cada vez son más las personas mayores que se unen al mundo digital. Entre los motivos: no quedarse atrás en una sociedad que avanza muy rápidamente en este ámbito, sentirse acompañado de amigos y familiares gracias, por ejemplo, a las redes sociales; o practicar ejercicios de agilidad mental y física a través de programas informáticos y videojuegos.
Conocedores de estos beneficios, los centros residenciales para la tercera edad en España promueven actividades que contribuyen a mejorar la calidad de vida de sus usuarios acercándolos a la era 2.0. “E hecho de estar jubilado no quiere decir que estés inactivo o excluido del mundo tecnológico”, comenta la responsable del programa Gent 3.0 de la Fundación La Caixa, Cristina Segura. El proyecto, gracias a los convenios con la Generalitat de Catalunya y con 148 ayuntamientos catalanes, se desarrolla en un centenar de centros para gente mayor de esta comunidad autónoma.
Ya en el año 1997 se implantaron las primeras aulas de informática y talleres de aproximación a las nuevas tecnologías. Con el curso de presentación de diapositivas y el de creación de proyectos digitales la idea es “que aprendan a usar las herramientas digitales, como el PowerPoint, el Word, internet, grabar un video, subir fotografías, en función de su proyecto como, por ejemplo, explicar la historia de la fábrica donde trabajaban”, cuenta Segura.
La última incorporación, en 2012, es el taller “La red, en nuestro día a día”, que permite conocer tanto el mundo de las redes sociales como todo lo relativo a internet aplicado a la vida cuotidiana. Comprar entradas de cine, realizar gestiones administrativas, solicitar recetas al médico, consultar sitios web para organizar un viaje, usar el banco online, enviar correos electrónicos o abrirse una cuenta en Facebook, son algunas de las aplicaciones que más usan los alumnos tras haber realizado el curso de forma gratuita.
“Ahora no saber usar la computadora es como ser analfabeto años atrás”, afirma la coordinadora de las actividades de nuevas tecnologías en el EspaiCaixa de la calle Sant Lluís de Barcelona, Caty Botey.
Tras ser una de las primeras en formarse, ahora la voluntaria de 74 años enseña a sus compañeras. “Cuando tengo una duda, como el otro día que no me salía adjuntar fotos al e-mail, vengo aquí los viernes (cuando abren el aula de informática para que los alumnos practiquen) y le pregunto a Caty”, comenta Gabi, costurera jubilada, quien antes de hacer los talleres -confiesa- “no sabía ni dónde estaban las letras del teclado”.
“Si te lo explica alguien contemporáneo a ti, el discurso es más cercano; ellos piensan: ‘si él lo ha conseguido yo también puedo’”, añade Segura sobre la labor de los voluntarios.
Más conectados, menos solos
En cuanto a las redes sociales, Facebook es la más usada por estos ciberabuelos. Les permite estar al corriente de las vidas de sus familiares, sobre todo de los que viven lejos, así como mantener relaciones de amistad o recuperar amigos de la infancia.
“Esta experiencia, que nos pasa a todos, vivida con personas mayores tiene más trascendencia porque a medida que te haces mayor tienes más pasado y recuperar piezas de este pasado hace mucha más gracia”, explica la responsable del programa Gent 3.0.
Las comunicaciones virtuales son, además, un antídoto contra la soledad, algo habitual en esta fase vital. “Te conectas y te sientes más acompañado”, comenta María Jesús de 63 años, que celebra de Facebook el poder saber más a menudo de sus primos, a los que sólo ve una vez al año.
Con este fin, las trabajadoras de la residencia de abuelos La Vostra Llar del Parque Güell emprendieron la iniciativa de establecer videoconferencias entre los residentes y los familiares que no podían venir a visitarlos debido a la distancia.
Dolors Domínguez está muy emocionada porque acaba de hablar a través de Google Hangouts con su sobrina que vive en Dinamarca y hacía más de un año que no veía. La sorpresa que le habían preparado las responsables del centro ha salido bien: la sonrisa de la residente habla por sí sola.
Las nuevas tecnologías activan mente y cuerpo
Potenciar el envejecimiento activo de sus usuarios es un propósito, tanto para el programa Gent 3.0 como para la residencia La Vostra Llar. Por eso ambos incluyen actividades que permiten poner a tono las capacidades psicomotrices de las personas mayores y realizar ejercicios de rehabilitación.
El primero impulsó el programa informático “ActivaLaMente”, desarrollado por profesionales de la neuropsicología y cuyo objetivo es estimular las capacidades cognitivas de quien lo practica.
La residencia de Barcelona, por su parte, acaba de introducir la Wii terapia. El control remoto inalámbrico de esta consola de Nintendo obliga a los jugadores a realizar movimientos físicos mientras se divierten y, así, “trabajar un amplio abanico de funciones cognitivas, motoras, emocionales y sociales”, comenta la directora del centro y promotora de la propuesta, Núria Piquer.
Wii Sports es lo que más atrae: tenis, bolos, pingpong… Deportes que, fuera del mundo virtual, quizá no podrían practicar debido a su condición física o las instalaciones de la residencia.
“Al principio pensaba que les costaría mucho entender cómo funcionaba y que no podrían hacer solos los gestos de darle a la pelota, pero lo aprendieron muy rápido, es muy intuitivo”, explica la fisioterapeuta, Laura Rodríguez, mientras dos residentes juegan un partido de tenis abstraídos en la pantalla.
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