De la redacción de Tvsana

Este alimento, cultivado hace tres milenios, contiene importantes propiedades que lo destacan como un alimento nutritivo y también como un factor muy beneficioso para la salud de la piel.

La palabra quínoa o quinua, viene del quechua kinua o kinuwa, y es una especie de cereal perteneciente a la subfamilia de las amarantáceas. Se cultiva desde los tiempos inmemoriales, en la región de los Andes, en lo que se conoce actualmente como Bolivia y Perú. También se produce en Ecuador, Colombia, Argentina, Chile y Estados Unidos. En este sentido, los incas fueron pioneros, ya que la cultivaron hace más de 3000 años. Ellos la consideraban un ingrediente básico en su alimentación debido a su alto valor proteico. Y tres milenios después, el concepto no ha cambiado, la quínoa se mantiene como un alimento proteico y con una equilibrada proporción de aminoácidos, mayor que los otros cereales, y sus beneficios se extendieron a otros campos, por ejemplo, en el presente, la cosmética reconoce a la quínoa por las bondades que le aporta a la piel.

Más allá de su valor como alimento, TV Sana pone hoy el foco en las virtudes que la quínoa le proporciona a la piel. La quínoa permite tener una piel jovial. ¿Por qué? Por varios motivos. Porque sus propiedades antioxidantes (presencia de vitaminas C y E), convierten a la quínoa en un aliado en la lucha contra los signos de envejecimiento provocados por los radicales libres. Porque participa en la síntesis del colágeno de la piel. Por la presencia de treonina (uno de los veinte aminoácidos que componen las proteínas), que le agrega a la piel la hidratación justa y una mayor luminosidad. Porque ayuda a la descongestión del rostro y sus aceites nutritivos producen una reparación al nivel de las células. Además, es tan reconocido su valor saludable y su efecto positivo que varios de los más reconocidos laboratorios de cosmética, en el plano internacional, han comenzado a fabricar productos con extracto de quínoa.

Mascarilla

La quínoa también puede ser utilizada para elaborar una mascarilla natural, otra manera de sacar rédito de sus propiedades. Así lo sostiene la página web Yahoo Mujer, que brinda una receta para hacer una máscara casera. Para ello se necesitan 3 cucharadas soperas de quínoas, plata coloidea y una cucharadita (de las de postre) de miel.

La preparación exige moler la quínoa en un molinillo de café o procesador hasta convertirla en polvo. Colocarla en un recipiente y agregarle suficiente plata coloidal hasta formar una pasta. Luego, integrar la miel a la preparación y revolver hasta lograr una pasta homogénea. Esparcirla con un pincel sobre el rostro limpio (puede extendérsela al cuello y escote). Dejar secar de 20 a 30 minutos y retirarla con esponja y agua tibia. Esta preparación está indicada para todo tipo de piel. Y da dos opciones. 1, si la piel es seca, en lugar de la miel, agregar cinco gotas de aceite de almendras, y 2, si se trata de una piel envejecida, recomienda reemplazar la miel por siete gotas de aceite rosa mosqueta.

En este y en todos los casos, antes de iniciar cualquier tipo de tratamiento en la piel, es conveniente consultar con un dermatólogo.