Un grupo de científicos, encabezado por un argentino, descubrió la manera de bloquear el accionar del VIH. El descubrimiento aún está en fase de pruebas.

De la Redacción de TV Sana

El virus del sida, conocido como VIH (virus de la inmunodeficiencia humana), defiende su “malignidad” con todo fervor. Cada persona contagiada cuenta con la capacidad de destruir a sus células infectadas, sin embargo le cuesta mucho hacerlo, o directamente le resulta imposible. ¿Por qué? Porque el VIH es como una cámara blindada, cerrada herméticamente y que hasta ahora nadie en el mundo de la ciencia ha sabido resquebrajar. Por tal motivo, conseguir romper esa cámara, exponer al virus y, por ende, volverlo vulnerable, puede resultar una situación determinante en la intensa lucha que la medicina libra sin cuartel contra la enfermedad.

En este sentido, ha sido un muy importante paso hacia adelante el logrado por un grupo de científicos del Centro Hospitalario de la Universidad de Montreal (Canadá), liderados por un argentino, Andrés Finzi, oriundo de Neuquén. Ellos descubrieron el modo de forzar al VIH a que se exponga y así hacer que las células del sistema inmunológico barran a las infectadas. “Se trata de una nueva estrategia para frenar al virus”, aseguró el científico de la Argentina. Y agregó: “Si las investigaciones marchan correctamente, en dos años estaríamos en condiciones de hacer las pruebas en algunos animales, como los simios, y de acuerdo con los resultados, si estos son óptimos, entonces pasaríamos a hacer la experiencia con seres humanos. Hasta el momento, lo esperanzador es que en el laboratorio, trabajando con células humanas, no resultó tóxico. De todas formas, debemos ir despacio y no salir a decir que ya es posible bloquear la acción del virus.”

Cómo actúa el VIH

El virus se transmite de madre a hijo. La transmisión puede ser perinatal, durante el embarazo, el parto y la lactancia. Si la madre recibe un tratamiento, el riesgo de contagio se reduce al 2 %.

Este contagio se da por contacto con sangre infectada o mediante relaciones sexuales sin protección. En el primer caso, el de la sangre infectada, el contagio se produce al compartir jeringas, en el caso de que una persona se inyecte drogas; por un pinchazo accidental o mediante un corte o lastimadura a través de algún elemento infectado. Y en el caso de las relaciones sexuales, sin protección, el virus se filtra a través del líquido pre-seminal, el semen y las secreciones vaginales.

Síntomas de la infección

El VIH puede presentarse y no exponer síntomas, y en algunos casos, estos surgen varias semanas después de ocurrida la infección. Por lo tanto, la única manera de garantizar fehacientemente si una persona está infectada o no es mediante un análisis de sangre.

En las ocasiones en las cuales el VIH presenta síntomas, estos duran entre 3 y 15 días y son: una inflamación de ganglios linfáticos, malestar general, elevación de la temperatura corporal y una erupción cutánea.