“La artritis es una enfermedad a la que se resta importancia, pero puede causar discapacidad física”
Dolor, inflamación, rigidez y sensación de entumecimiento de las articulaciones son los síntomas que caracterizan a la artritis y que pueden durar unos días o semanas (artritis aguda) o prolongarse en el tiempo (artritis crónica). Síntomas que provocan dificultad para moverse y para realizar las actividades cotidianas, y en los casos más severos pueden derivar en una discapacidad física y en distintos grados de deformidad de la articulación. La artritis es una enfermedad inflamatoria, provocada como consecuencia de la agresión que sufren los tejidos, principalmente la membrana sinovial; y autoinmune, es decir, el sistema inmunitario (el sistema de defensa del cuerpo) ataca a sus propios tejidos.
Al igual que sucede con otras patologías frecuentes, la artritis sigue siendo una gran desconocida en muchos aspectos. Una enfermedad, tal y como subraya Cristina Gutiérrez, trabajadora social de Asapar (Asociación Salmantina de Pacientes con Artritis) a la que “se resta mucha importancia”, no exenta todavía de “perjuicios y estereotipos, como asociarse a determinadas edades”, y lo cierto es que “hay tipos de artritis que afectan a personas jóvenes, como la artritis psoriásica (más frecuente en personas con psoriasis) o la artritis idiopática juvenil” que se diagnostica en niños y adolescentes. Por su parte, la artritis reumatoide es la forma de artritis crónica más frecuente, cuya prevalencia es mayor entre las mujeres (en una proporción de 3 mujeres por cada hombre), tal y como apuntan diversas investigaciones.
“Es una enfermedad muy oscilante, con periodos de remisión y de brotes en los que el dolor es mayor”. La artritis no es solo una enfermedad articular, ya que con el paso del tiempo puede afectar a otros órganos (pulmones, hígado…). En la mayoría de los casos la artritis se puede tratar de forma eficaz, controlando los síntomas y previniendo el daño en las articulaciones. La artritis reumatoide, como cualquier otra patología, tiene repercusiones físicas y emocionales.“El dolor puede generar frustración, al igual que la enfermedad afecta a las relaciones sociales”.
Contar con un diagnóstico es fundamental, porque aunque se desconoce la causa exacta de la artritis, sí se cuenta con tratamientos efectivos para controlar los síntomas.
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