Afecta la calidad de vida del 2,4% de la población mundial teniendo mayor incidencia en las mujeres. En la actualidad y después de muchos años de escepticismo es aceptada como una enfermedad.

La fibromialgia (FM) es un trastorno persistente y debilitante, que durante mucho tiempo fue subdiagnosticado. Incluso en algunos casos los pacientes, ya sea por desconocimiento o motivos personales, pudieron haber minimizado y no informado a los médicos sobre sus síntomas. Asimismo gran parte de la comunidad médica se mantuvo escéptica muchas veces por la inexistencia de marcadores clínicos para su diagnóstico, la escasa comprensión de la causa de origen o los mecanismos involucrados.

En los últimos años creció la aceptación a nivel mundial de que la fibromialgia es una enfermedad, lo que permitió que se produzcan grandes avances en la comprensión de sus mecanismos. Por tanto resulta importante entender que es una enfermedad que requiere una buena asociación entre el paciente y el equipo de salud para lograr el mejor resultado.

En la actualidad, se estima que la fibromialgia afecta la calidad de vida del 2.4% de la población general, con una proporción de incidencia mayor entre mujeres. Según el estudio “The Science of Fibromyalgia” publicado en 2015, la incidencia en países como Estados Unidos es de 2 al 5% de la población adulta.

1. ¿Cuáles son sus síntomas?

En la mayoría de los pacientes suele presentarse a través de un dolor musculoesquelético generalizado. El dolor puede ser difuso o multifocal, y su intensidad fluctúa con el tiempo. Los pacientes también suelen quejarse de síntomas similares a los de la artritis reumatoide, como rigidez matutina e hinchazón de articulaciones o extremidades. Otros síntomas frecuentes incluyen fatiga, reducción de la energía y perturbación del sueño. Asimismo, algunos pacientes pueden tener problemas de concentración, atención, memoria, mal humor e incluso sentirse deprimidos.

2. ¿Cómo se diagnostica?

Los nuevos criterios de diagnóstico apuntan a focalizar en el índice de dolor generalizado, teniendo en cuenta además la presencia y gravedad de los síntomas. Por tanto, una correcta intervención del médico implica un examen físico completo, incluyendo el examen ortopédico y neurológico, que permitirá revelar signos de alteraciones neurológicas o trastornos con síntomas en común con la fibromialgia. Siempre será necesario descartar un trastorno inflamatorio sistémico, insuficiencia renal y hepática, hipotiroidismo y otras enfermedades, así como la presencia de anticuerpos asociados con inflamación reumatológica dice Liliana Jordá- bioquímica de BioBarica.

3. ¿Cuál es la causa?

Muchos investigadores coinciden en que es el resultado de alteraciones en el sistema nervioso central (SNC) que aumentan la sensibilidad al dolor. La fibromialgia es un ejemplo representativo de la sensibilización del SNC y se asocia con una actividad cerebral anormal.

También se atribuye el desarrollo de la enfermedad a la presencia de factores genéticos, aunque no han sido confirmados, pero podrían explicar la predisposición de algunas personas a desarrollar esta enfermedad. Por ejemplo, en España se ha creado recientemente un «banco de ADN» de pacientes con fibromialgia y sus familiares de primer grado, para intentar identificar los genes que podrían ser clave en el desarrollo de la enfermedad.

4. ¿Qué tipo de tratamiento se indica?

Dada su complejidad, es multidisciplinario y habitualmente implica diferentes pautas, con el objetivo de aliviar la sintomatología: reducir el dolor y la fatiga.

Por tanto distintos profesionales intervienen a través del ejercicio físico (fisioterapeutas y kinesiólogos), la psico-terapia (psicólogos, psiquiatras y terapeutas ocupacionales) y el tratamiento farmacológico (clínicos, reumatólogos, especialistas del dolor).

No todos los tratamientos son igualmente eficaces para todos los pacientes. De hecho, uno de los principales objetivos de los profesionales de la salud es encontrar el tratamiento más eficaz, farmacológico o no farmacológico, teniendo en cuenta las características individuales de cada paciente.

5. ¿El tratamiento en cámara hiperbárica se aplica para la fibromialgia?

El tratamiento con Oxigenación Hiperbárica (TOHB) es un método no invasivo que consiste en suministrar oxígeno a altas concentraciones en una cámara hiperbárica presurizada a un mínimo de 1.45 atmósferas ATM. Así, la persona a través de una máscara, está respirando oxígeno 100%. Este gas se transporta a la sangre, y logra alcanzar incluso a los tejidos dañados.

En el caso de la fibromialgia este tratamiento mejora la oxigenación y la funcionalidad de los tejidos y también reduce la hinchazón y el edema. La disponibilidad de gran cantidad de oxígeno que causa el TOHB retarda la pérdida de fluidos hacia el exterior de los vasos sanguíneos y logra alcanzar las áreas dañadas.

Es muy útil para tratar pacientes con Fibromialgia porque, al aumentar la oxigenación intracelular al nivel de la mitocondria se produce mejor energía y, por el efecto antiinflamatorio se alivian mucho los dolores.

Algunos de los beneficios de este tratamiento son:

· Efectos antiinflamatorios

· Reparación de tejidos

· Aumenta el flujo sanguíneo a nivel periférico y del sistema nervioso central

· Acción directa sobre los neurotransmisores

· Reducción de la fatiga muscular

Asesoró: Liliana Jordá Vargas- bioquímica de BioBarica. Más información: www.biobarica.com

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