De la redacción de Tvsana 

Consejos para mantener la piel saludable, ya que cumple funciones muy importantes para el correcto funcionamiento del organismo.

La piel es el órgano más grande del cuerpo humano y es necesario cuidarla y protegerla, sobre todo en esta época de tanta exposición al sol. La piel se mantiene en permanente relación con los otros órganos y es a través de ella que el cuerpo manifiesta inconvenientes, malestares o molestias. Y no sólo eso, también refleja estados de ánimo, nervios, emociones, si uno siente frío o calor, si pasa vergüenza, etcétera.

Su buena salud es vital, y que mantenga su elasticidad, su resistencia, su frescura, para cumplir adecuadamente las funciones básicas, como la protección, el control metabólico y la regulación de la temperatura corporal, la estimulación al tacto, y la  generación de vitaminas necesarias.

La piel funciona como una barrera protectora frente a las distintas amenazas del exterior. ¿Cómo? Gracias a sus complejos mecanismos celulares e inmunológicos cuida al cuerpo de contraer enfermedades, de sufrir temperaturas extremas y lesiones como golpes o quemaduras. Mediante la puesta en marcha de esos mecanismos mencionados, la piel filtra lo que es dañino para el organismo y lo descarta, reteniendo, únicamente, lo que resulta beneficioso.

También impide la salida de líquidos, células y otras sustancias imprescindibles para el cuerpo, colaborando, de este modo, a mantenerlo debidamente hidratado y saludable. Por otro lado, tiene la piel tiene la capacidad de evaporar el agua del organismo, proceso por el cual elimina sustancias nocivas y mantiene controlada la temperatura del cuerpo.

La piel consta de una serie de terminaciones nerviosas mediante las cuales el cuerpo recibe todos los estímulos que produce el sentido del tacto. En apenas un centímetro de piel hay más de 5.000 receptores sensitivos que envían la información instantáneamente al cerebro, y en base al estímulo recibido, el cerebro decide la manera de actuar.

Al exponerse directamente al sol, la piel logra absorber lo necesario para generar vitamina D, una vitamina que no abunda en los alimentos y cuya misión es mantener saludables a los huesos y tejidos óseos del cuerpo.

Evitar su deterioro

Más allá del tipo de piel de cada persona, esta exige un cuidado específico y los médicos recomiendan hábitos cotidianos que ayudan a mantenerla saludable. Es importante beber al menos dos litros de agua por día, para mantener su hidratación. Evitar consumir alcohol y fumar. Mantener una dieta equilibrada, a base de muchas verduras y frutas. Limpiarla a diario, para eliminar impurezas y que pueda respirar normalmente. Para ello se recomienda la utilización de jabones cremosos y abundante agua. Utilizar los protectores correspondientes para exponerse al sol, evitando, siempre, los horarios de rayos más intensos, entre el medio día y las tres de la tarde, aproximadamente. Y por supuesto, realizar actividad física.

Fuente: Hospital Alemán