La intoxicación por paracetamol se debe a una sobredosis de este fármaco o a una ingesta moderadamente elevada durante un largo periodo de tiempo.

El paracetamol es un fármaco derivado del aminofenol con efectos antipiréticos y analgésicos, pero sin apenas efecto antiinflamatorio, a diferencia de otros analgésicos y antiinflamatorios no esteroideos (AINEs). Es un fármaco muy demandado por los pacientes para tratar el dolor moderado y la fiebre, principalmente.

Para llevar a cabo su acción analgésica, sabemos que el paracetamol impide la síntesis de prostaglandinas, que son las responsables, entre otras moléculas, de la sensación del dolor.

Para impedir que se formen estás moléculas, bloquea la enzima ciclooxigenasa (COX) en el sistema nervioso central. Al bloquear la síntesis de prostaglandinas, el paracetamol eleva el umbral de la percepción dolorosa.

En cuanto al efecto antipirético, también se debe a la inhibición de la síntesis de prostaglandinas, en concreto la PGE2. La razón por la cual este fármaco no es un antiinflamatorio pero sí es analgésico y antipirético, es que solamente es capaz de inhibir la COX-3, que se localiza a nivel central.

Por consiguiente, la inhibición de la síntesis de prostaglandinas no sucede a nivel periférico y no puede actuar como antiinflamatorio.

Mecanismo de toxicidad del paracetamol

Hasta hoy en día se ha considerado que las dosis tóxicas del paracetamol eran entre 7,5 y 10 g en una sola toma. Y las dosis letales entre 10 y 15 g. Sin embargo, ahora se considera que la ingesta crónica de 4 g a día de este fármaco puede ser causa de un grave daño hepático, pero ¿sabemos por qué?

Para empezar debemos saber que el hígado ejerce un papel fundamental para la biotransformación de este fármaco. Más de un 95% de paracetamol se metaboliza por esta vía mediante reacciones de conjugación transformándose en glucurónidos o sulfatos. La poca proporción que no se metaboliza se elimina por orina sin sufrir cambios.

Hay otro 3-8% del paracetamol que es metabolizado en el hígado por el complejo enzimático citocromo P450. Este porcentaje sufre reacciones de oxidación y se convierte en un metabolito que es un reactivo tóxico para el organismo, el N-acetil-para-benzoquinona imina o NAPQI. En situaciones normales, este metabolito tóxico se neutraliza gracias al glutatión, perdiendo así su toxicidad.

Cuando los niveles de glutatión descienden por debajo del 30% de lo normal o hay un exceso de NAPQI por una intoxicación por paracetamol, este metabolito no puede ser neutralizado y se adhiere a las membranas celulares de las células del hígado, los hepatocitos.
Esta unión del NAPQI a los hepatocitos generará la muerte de estas células y a lo largo del tiempo degenerará a una necrosis hepática. Además de afectar al hígado, el metabolito tóxico que se forma por una intoxicación por paracetamol también puede afectar al riñón provocando un fallo renal agudo.
Síntomas de una intoxicación por paracetamol
La intoxicación por paracetamol produce un cuadro clínico caracterizado por el desarrollo de una insuficiencia hepática por necrosis. Los síntomas aparecen a los largo del tiempo, permitiéndonos dividir la sintomatología en cuatro etapas.

Etapa I

La primera etapa de la intoxicación por paracetamol se considera entre las 0 y las 24 horas tras la ingestión del fármaco. Es este periodo de tiempo, los pacientes normalmente no sufren síntomas, sin embargo, puede ocurrir que se experimenten cuadros de náuseas, vómitos, malestar general y sudoración.

Etapa II
Esta segunda etapa comprende desde las 24 horas a las 48 horas después de la ingestión. Se produce el comienzo del daño hepático pudiendo desarrollar síntomas típicos de una hepatitis:

  • Dolor en el hipocondrio derecho.
  • Náuseas.
  • Cansancio.
  • Malestar general.
  • Aparece una hepatomegalia, es decir, que el hígado presenta un tamaño mayor del normal. En las pruebas clínicas, las transaminasas, que son las enzimas hepáticas, se encuentran elevadas. No obstante, la bilirrubina y el tiempo de protombina son normales o simplemente se encuentran un poco elevados.

Etapa III
Cuando hablamos de la tercera etapa hacemos referencia a periodo de tiempo entre las 48 y las 96 horas post-ingesta. Es la fase de mayor lesión hepática. Los marcadores de fallo hepático, como las transaminasas o la bilirrubina, se ven claramente más elevados.

Es en esta fase en la que el paciente corre mayor peligro, pudiendo llegar a fallecer. Normalmente el fallecimiento ocurre entre el tercer y el séptimo día post-ingesta. Se debe a que se producen alteraciones del metabolismo que no son tratables o a complicaciones secundarias como por ejemplo un edema cerebral o arritmias.

Etapa IV
La cuarta y la última etapa es la de recuperación, por la que pasan los pacientes que han conseguido sobrevivir a la tercera.

La recuperación normalmente lleva de 5 a 6 días en los pacientes que están poco afectados. En aquellos que ha sido más importante, esta etapa puede alargarse más de dos semanas.

El hígado se suele regenerar sin complicaciones, aunque sí es cierto que en algunos pacientes, diversas alteraciones hepáticas pueden persistir de manera crónica.

Tratamiento de una intoxicación por paracetamol
Ante una intoxicación por paracetamol, debemos centrarnos en mantener lo más alto posible los niveles de glutatión en nuestro organismo, ya que es la molécula que neutraliza el metabolito tóxico que está produciendo la toxicidad.

Sin embargo el glutatión como complemento nutricional se absorbe muy mal, por lo que se tiene que recurrir a otras vías. Por lo tanto para dar solución a este problema se administra una molécula que se llama N-acetilcisteína.

La N-acetilcisteína es una molécula muy utilizada como mucolítico, pero para el tratamiento en una intoxicación por paracetamol debe su eficacia a la capacidad de donar glutatión a nuestras células. Por lo tanto es el antídoto indicado es esta situación.

Para que lleve a cabo su efecto, debe administrarse antes de las 8 horas después de la sobredosis. La N-acetilcisteína se transforma en L-cisteína y ésta en glutatión.

Otro medicamento que también tiene la capacidad de reponer los depósitos de glutatión es la metionina. Las dosis para este fármaco son de 10 mg divididos para ser administrados en 12 horas. Como ultima opción se podría valorar el trasplante de hígado.

fuente: mejorconsalud

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