La sociedad le impone roles a la mujer que no son valorados como corresponde y eso las pone en una disyuntiva.

Por la Lic. Dina Laufer.

Psicóloga Clínica, especialista en Familia (MN47037)

Hace unos años dos grandes roles ocupaban a las mujeres: el de ser madres y el de ser encargadas de la casa. Pero por suerte, hoy en día el abanico de posibles roles se amplió muchísimo y las madres pueden sentirse realizadas no solamente a través de sus familias, sino también en sus trabajos, en sus estudios, entre otras actividades.

Este cambio social permitió que la mujer tenga mayores posibilidades de ingreso al mundo laboral, como así también el advenimiento de la pastilla anticonceptiva permitió la planificación familiar.

Las motivaciones que tienen las mujeres para desarrollarse en mayor cantidad de roles, está relacionado con:

-La valoración individual.

-La recuperación de su carrera profesional que fue postergada en algún momento.

-La independencia económica.

Cabe destacar que no todas las mujeres tienen como prioridad ingresar al mundo laboral. Muchas de ellas sostienen que el ser amas de casa, ocuparse de todo lo que se necesita y sostener la crianza de sus hijos, es un trabajo en sí mismo. La desventaja de esta situación es que no es valorado ya que socialmente se asume que por ser mujer, esa tarea le compete a la madre.

Muchas veces esta situación acarrea la disyuntiva de qué hacer. “¿Me quedo en mi casa criando a mis hijos, o me desarrollo laboralmente?” Y este dilema no se presenta sin costo emocional. En muchos casos, aparecen sentimientos encontrados en relación a que las reconozcan y valoren, pero a la vez brotan los sentimientos de culpa por delegar cuestiones de la crianza de los hijos en un tercero.

Es frecuente que esto lleve a las mujeres a tener altos niveles de autoexigencia, sentimientos tales como “tengo que ser buena madre, buena esposa, buena trabajadora, compañera, etcétera.”. Además, suele acompañar una presión social por la cual se espera que la mujer cumpla con todos estos roles.

Las mujeres de hoy crecieron y mucho. Han logrado sumar al rol tradicional de esposa, ama de casa y madre, toda una faceta laboral y profesional. Son las que llevan al colegio a los hijos, las que los acompañan a las actividades extraescolares, las que los llevan al médico, las que quieren ir al gimnasio para sentirse saludables y son las que quieren verse bien para estar atractivas para sus parejas.

El rol que la mujer cumple y cumplirá está diseñado por ella misma. Así que…  ¡manos a la obra!

Feliz día a todas las madres.

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